miércoles, 5 de marzo de 2008

LA DEPRESIÓN INFANTIL





Los niños con depresión suelen presentar síntomas diferentes a los adultos y ésta puede surgir por cambios importantes en sus vidas (muerte de un ser querido, divorcio, problemas escolares) o un exceso de estrés. Aproximadamente un 5% de la población infantil sufre de depresión en algún momento. Alguno de los síntomas puede ser apatía, falta de apetito y pérdida de peso, o al contrario, un apetito desmedido con ganancia anormal de peso, pocas ganas de jugar, incluso dolor de cabeza o de estómago, volverse agresivos, no querer ir al colegio etc...
Las consecuencias de una depresión no tratada pueden ser muy graves, desde comportamientos autodestructivos hasta la conducta suicida.
Y el problema mayor es que más de un 70% de niños y adolescentes que padecen depresión no están diagnosticados correctamente, y por lo tanto no reciben ningún tratamiento, y muchos casos de depresión que se inician antes de los 18 años, van a persistir ya en la edad adulta.
El niño no verbaliza la depresión, son los síntomas los que deben llevarnos a pensar en la posible existencia de esta para recurrir de inmediato a un profesional. Muchas veces, incluso, son hijos de padres con depresión porque en este caso aumenta hasta en un 50% las posibilidades de padecerla.

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