viernes, 28 de marzo de 2008

SENSIBLES DIFERENCIAS




La calidad de un país, tanto la presente como la futura, se mide por la Educación que se da a sus jóvenes. Aquí en España ya hemos escrito varias veces de como están las cosas pero hoy quiero poner el ejemplo de Alemania, para que se puedan apreciar mejor las diferencias.
Las empresas alemanas acuden a los colegios para explicar a los niños, desde muy pequeños cómo funciona el mundo y reclutar jóvenes cerebros. Así, nombran a un alumno responsable de finanzas, a otro jefe de compras, otro es el encargado de la gestión del producto. Por ejemplo, los chicos de cuarto del colegio Theodor- Heuglin de Ditzinger ( cerca de Stuttgart) aplicaron este esquema creando una empresa real: Muffins Kids. Hacen magdalenas y bizcochos caseros en la cocina de la escuela y los venden a 50 céntimos la unidad en el patio del colegio, en las fiestas de la ciudad y al consorcio de Maquinaria y Electrónica Trumpf, creadores del proyecto. Para fundar la empresa pidieron un préstamo de 80 euros a la dirección del colegio, que se lo concedió al tipo de interés del mercado. Sus resultados han sido presentados hace poco en rueda de prensa local: 400 euros de beneficios en el primer ejercicio. Tengan en cuenta que son niños de 10 años pero no están jugando, tras ellos hay una compañía que sigue muy de cerca como se desenvuelven en el mundo de los negocios, se trata de Trumpf, uno de los campeones alemanes de la exportación de productos. Pero no crean que se trata de un ejemplo aislado. Las empresas alemanas están convencidas de que nunca es demasiado temprano para aprender y orientarse hacia el mundo de los negocios y las ciencias.
El Instituto de Economía de Colonia, cuenta con un proyecto llamado "Junior", para convertir a los escolares en pequeños empresarios.
Sesenta consorcios alemanes, entre ellos Siemens, Bosch, BASF, cooperan con un millar de colegios y guarderías para formar a futuros empresarios.
Audi y Mercedes Benz buscan entre los niños a sus futuros ingenieros, los niños descubren la técnica e incluso fabrican objetos de metal para su colegio.
Desde Siemens dicen que en la edad preescolar es cuando mejor se aprende la ciencia.
Los niños construyen aviones, molinos de viento y cohetes. Desde la guardería manejan microscopios, lupas, termómetros, básculas y relojes de arena. Mientras juegan, aprenden para su futuro y desarrollan su inteligencia.
Está claro que estos niños de hoy habrán de ser el talento científico y tecnológico del mañana, en Alemania, eso sí.

1 comentario:

Chary Serrano dijo...

Me gusta tu blog. Es bastane interesante.
Te enlazaré con el mio de
"Paseos por Córdoba"
http://charyserrano.blogspot.com/

lo incluyo en la lista de blogs del foro de Karlosnet