domingo, 29 de octubre de 2017

PAN DE MUERTOS


                     


PAN DE MUERTOS

Estamos a punto de comenzar noviembre, con su tradicional fiesta de todos los santos y de difuntos. En México el día de los difuntos se celebra de un modo especial, en algunos lugares comienzan desde el día 31 de octubre las celebraciones, porque se honra a los muertos pero se celebra, sobre todo, la vida.
Estas celebraciones hunden sus raíces en épocas prehispánicas y aunque al mezclarse más tarde con la religión católica y sus festividades en cierto modo se han armonizado con el Día de todos los Santos, sigue la costumbre de disfrazarse de catrina y consumir calaveras de dulce y el famoso Pan de Muertos, que es el que traemos hoy aquí y cuyo simbolismo me encanta, ya que construimos con su masa el cuerpo, de forma circular porque simboliza que vida y muerte se encuentran, los huesos y el cráneo, y el resultado recuerda, por su sabor, nuestros roscones de Reyes. Un pan delicioso, que merece la pena tomar en desayunos y meriendas estos días.

Ingredientes:

* La cáscara de una naranja y de un limón, sin nada de blanco.

* 120 gr. de azúcar

* 200 gr. de leche entera

* 15 gr. de levadura fresca de panadería

* 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente, en pomada.

* 3 huevos

* 1 cucharada de esencia de azahar

* 1 cucharada de ron

* 500 gr. de harina de trigo

* 150 gr. de harina de fuerza

* Una pizca de sal

* Mantequilla para barnizar

* 1 huevo para barnizar

* Azúcar en grano grueso para decorar


                       


Elaboración:

Ponemos en el vaso de thermomix el azúcar y las dos cáscaras de cítricos, y pulverizamos durante 10 segundos en velocidad 10.
Añadimos la leche y la levadura y mezclamos 2 minutos, a 37º C y velocidad 3.

Incorporamos al vaso los huevos, la mantequilla, la esencia de azahar, el ron, la harina y la sal y amasamos durante 3 minutos en velocidad espiga.
Dejamos reposar la masa en el vaso hasta que doble su volumen, unos 60 o 70 minutos.

Una vez que comprobemos que ha leudado, volvemos a amasar 1 1/2 minutos en velocidad espiga. Sacamos la masa a la encimera, enharinada previamente.

Podemos hacer un sólo pan grande o varios más pequeños, yo con esta cantidad de masa he hecho tres panes.

                    


Para hacer los tres panes, he dividido la masa en tres partes. Y luego, cada parte  en una mayor para hacer el cuerpo, dos más pequeñas para los huesos y una mediana para el cráneo.

Ponemos el horno a calentar en 50º C.

Formamos en primer lugar el cuerpo, amasando sobre la superficie enharinada y dando a la masa una forma redondeada y regular. La ponemos sobre la bandeja de hornear, yo la he cubierto con papel encerado. Barnizamos con huevo batido el cuerpo. A continuación hacemos con las dos partes pequeñas dos rulos alargados, los amasamos para darle la forma y, al amasar, con tres dedos hundimos parte para formar los "huesos" y los colocamos en forma de cruz sobre el pan (obviamente, si hacemos un solo pan grande, tendremos que poner más tiras de "huesos", al menos dos más). Amasamos ahora la bola de masa que será el "cráneo" y la ponemos en la cima del pan. Volvemos a barnizar con huevo batido todo, para que se pegue bien y adquiera un precioso color dorado brillante al hornear, y espolvoreamos con azúcar de grano grueso.
Metemos los panes en el horno, bien separados porque crecen mucho, apagamos éste, y dejamos leudar unos 40 minutos más.

Una vez pasado este tiempo, los horneamos durante 40 / 45 minutos a 180º C, con calor arriba y abajo, hasta que estén bien dorados.

Los sacamos y ponemos sobre una rejilla hasta que se atemperen un poco y barnizamos después con mantequilla, derretida en el microondas unos segundos, y volvemos a poner más granos de azúcar y así damos un precioso aspecto nevado al pan.

Deja por toda la cocina un aroma delicioso y la miga es tierna y muy agradable de comer.

No hay comentarios: