miércoles, 10 de diciembre de 2014
TARTA DE LA FORTUNA
TARTA DE LA FORTUNA
Esta es una tarta muy apropiada para hacer como postre para la cena de final de año, con las uvas de la suerte, porque además el frescor de las uvas combina muy bien con el queso y el chocolate que lleva. Yo la he hecho en este caso para la reunión del Club de Lecturas porque ya no nos reuniremos hasta enero y es una buena manera de compartir fortuna y suerte para el año próximo.
Ingredientes:
Para la base de la tarta:
* 300 gr. de bizcochos blandos
* 85 gr. de mantequilla ablandada, que lleve un tiempo fuera del frigorífico
Para la gelatina de Pedro Ximénez:
* 3 hojas de gelatina neutra grandes (o 10 gr. si es en polvo)
* 70 gr. de agua
* 70 gr. de azúcar
* 70 gr. de vino Pedro Ximénez
Para la crema de queso con uvas:
* 500 gr. de queso tipo Philadelphia
* 300 gr. de chocolate blanco de cobertura
* 200 gr. de nata
* 1 sobre de cuajada
* 40 gr. de azúcar
* Uvas sin pepitas para decorar, yo prefiero las rojas para que contrasten más, pero eso va en gustos.
Elaboración:
De la base:
Ponemos los bizcochos en el vaso de Thermomix ( o con una batidora potente) y pulverizamos 10 segundos en velocidad 5.
Añadimos la mantequilla y mezclamos 10 segundos en velocidad 5.
Pasamos esta masa a un molde desmontable de 24 /26 centímetros de diámetro, aplastando bien con el cubilete, o el dorso de una cuchara, para que se compacte bien y quede lisa. Reservamos en el frigorífico para que se endurezca.
De la gelatina:
Hidratamos las hojas de gelatina en un cuenco de agua fría.
En el vaso de TX limpio, ponemos el agua y el azúcar y programamos 3 minutos, 100º C, velocidad 1. Añadimos el vino y la gelatina bien escurrida y mezclamos 18 segundos en velocidad 2. Pasamos a un cuenco y reservamos para usar más tarde.
De la crema de queso:
Ponemos en el vaso limpio todos los ingredientes de la crema, salvo las uvas que se reservan para decorar. Programamos 7 minutos, 90º C, velocidad 5.
Volcamos la crema sobre el molde que habíamos reservado con la base de galletas. Colocamos las uvas a nuestro gusto sobre la crema y echamos con mucho cuidado la gelatina de moscatel sobre toda la tarta.
Esperamos a que esté templada y la metemos en el frigorífico varias horas antes de servir. Se puede preparar de un día para otro.
Para el paladar resulta suave y deliciosa, aunque indudablemente tiene muchas calorías, pero la ventaja es que con un trozo pequeño es suficiente, así que da mucho de sí.
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2 comentarios:
Esta tarta es de auténtico pecado, ¡qué cosa más rica!.
Un beso, guapa.
Gracias, Marga.
Un abrazo.
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