jueves, 18 de febrero de 2010

POLLO CON BAMBÚ Y LECHE DE COCO


La leche de coco se emplea a menudo en la cocina oriental y es un ingrediente delicioso de numerosas salsas y bebidas. Podemos encontrarla en lata en buenos supermercados o realizarla en casa triturando coco crudo pelado y mezclando poco a poco con agua, el aceite del coco hace que espese la mezcla, luego pasamos por el chino y ya tenemos nuestra leche de coco. Así la hacen las mujeres de Malasia y Filipinas, pasándola por una estameña. El resultado es un líquido blanco y espeso, de ahí el nombre de leche, con un alto contenido en grasas, sales minerales, sobre todo calcio, magnesio y fósforo, e hidratos de carbono.


Si la usamos en lata, podemos observar al abrirla que la parte sólida se ha separado del agua, a esta parte sólida se la llama nata de coco y se puede usar sola si se desea, o agitar y mezclar de nuevo con el agua y tendremos otra vez la leche.


POLLO CON BAMBÚ Y COCO

Ingredientes:

* 1 k de pechuga de pollo troceada; 
* 1 cebolla grande;
* 250 cc de leche de coco;
* 200g de brotes de bambú;
* 1 cucharadita de jengibre rallado;
* 1/2 cucharadita de hierba de limón;
* 150 cc de caldo de pollo casero; 
* 1 cucharada de maizena;
* Pimienta blanca;
* Sal;
* Aceite de sésamo;


 


Elaboración:                                               
                                                                                                      

En una cazuela ponemos un chorro de aceite de sésamo y salteamos la cebolla cortada en tiras, cuando la veamos transparente, agregamos el pollo y salteamos también.

Agregamos a la cazuela el jengibre, los brotes de bambú, la hierba de limón, la pimienta y la maizena, damos unas vueltas y agregamos el caldo. Como el caldo ya lleva sal es posible que no sea necesario agregarle más, así que podemos probar y ponerlo al gusto.

Cocemos un minuto y agregamos la leche de coco.

Dejamos cocer 30 minutos a fuego bajo.

El resultado es un pollo con un delicioso sabor a almendras y frutas.

Hemos acompañado este plato con un tinto Pagos de Valcerracin, cosecha 2003, con sabor a frutas del bosque, aromático y potente.


 



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