martes, 2 de febrero de 2010

EL PARTO DE LOS MONTES

Como en la vieja fábula de Esopo, retomada también por Samaniego, hubo el viernes pasado gran fragor en el gobierno, iba Rodríguez a reformar el tema de las pensiones después de las numerosas llamadas de atención de Bruselas sobre la marcha de la economía española, anunciaron con bombo y platillos que sería necesario aumentar la edad de jubilación, así como los años de cotización.


Pero llegó el lunes y se supo que ni siquiera el Ministro de Trabajo estaba informado de la tal reforma, es más, ni estuvo presente en el Consejo. Se supo además que los sindicatos habían dado un ligero toque de atención y ese ligero toque fue suficiente para hacer recular al gobierno y donde dije digo, digo ahora Diego. A eso se le llama vergüenza torera, al final, parieron un ratón.

Ahora vuelven a anunciar que van a negociar "lo máximo" para una reforma laboral, sin confesar que volverán a ser juguete de los sindicatos y que a la más mínima amenaza de estos, habrá una nueva marcha atrás.


La frase de Aznar, "nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo", aún se queda corta.  El verdadero problema no es ya que Rodríguez gobierne mal, es que no gobierna, que avanza titubeante y dando tropiezos con un ojo en Obama y otro en los sindicatos, y lo peor es que los golpes los sufrimos todos los españoles.


Y hablando de pensiones, desde enero de este nuevo año las pensiones han bajado, porque no sólo no han subido, sino que además les han aumentado la retención por IRPF, con lo cual cada vez habrá un mayor número de personas abocadas a tener que recurrir a Cáritas para poder comer porque la pensión no les llega ni para los gastos de la casa.

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