LA IGLESIA

Ahora nos viene don Ricardo predicando la paz y el fin del terrorismo, a buenas horas, mangas verdes - nunca mejor dicho, que verde era la casulla que llevaba_, no se nos agache, don Ricardo, no se le vaya a ver la serpiente bajo la sotana, que mucha gente tiene memoria histórica y recuerda donde se amamantó a la banda para que fuera creciendo, esos caseríos, esas sacristías, esas iglesias donde eran tan bien acogidos y tan animados a la lucha armada. Durante años la iglesia protegió a estos chicos díscolos, no nos vengamos ahora con paños calientes, si ahora han cambiado de opinión, pidan perdón publicamente a las familias de las victimas en la Conferencia Episcopal, por ejemplo, que el no matarás es mandamiento que sigue vigente y nunca fué derogado por su Iglesia, sr. Blázquez.