Abandonada por su madre por ser pelirroja, la pobre Elka ha tenido que ser cuidada por los trabajadores del zoo de Sidney (Australia) donde nació porque a pesar de que los primates no suelen abandonar a sus crias, su madre, de pelo oscuro, la abandonó al ver su pelo leonado. Se ve que corren malos tiempos para los diferentes, incluso entre animales.
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