viernes, 8 de junio de 2012

LOS CRÍMENES DEL ESTADO


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LOS CRÍMENES DEL ESTADO

Ayer conocíamos de labios de Torres-Dulce la felonía de archivar la investigación de la trama de pruebas falsas del 11-M y la ocultación de las pruebas reales, porque la existencia del vagón descubierto hace unos meses "era ya conocida y estaba en el sumario".

Si estaba en el sumario, que diga Torres-Dulce en qué folio, porque nadie lo ha leído, y que se querelle contra los jueces por prevaricar, porque en el sumario se concluye que no se sabe qué fue lo que estalló en los vagones porque las pruebas habían sido o bien lavadas o destruidas. Si los jueces conocían la existencia de ese vagón y no lo investigaron, prevaricaron y deben ser procesados de inmediato, pero si no lo conocían, si tampoco sabían que la policía había comprado los testimonios de dos rumanas para acusar falsamente a Jamel Zougan, entonces a quiénes hay que procesar de inmediato es a los fiscales Conde Punpido y Torres Dulce, por sus mentiras y responsabilidad en la ocultación de pruebas.

Si el atentado no lo cometió ETA y tampoco hubo trama islamista y un gobierno tras otro tratan de tapar cualquier investigación, si no hubo en los trenes Goma-2, sino TNT, es decir Titadyn 30AG y nos lo ocultan, si se inventaron a los terroristas de Leganés e hicieron volar el piso diciendo que habían sido los terroristas y allí aparecieron unos cadáveres que ni se sabe cuantos días llevaban muertos porque no se les hicieron autopsias, si todo es una inmensa tomadura de pelo y un engaño, ¿cómo no vamos a pensar que algo muy gordo ocultan?

Tan gordo como que ya somos muchos los que pensamos que el 11-M lo que hubo no fue un atentado sino un nuevo golpe de Estado para propiciar un cambio de Gobierno, pero esta vez se les fue la mano y hubo muchos muertos, tantos que el mundo se estremeció.

Pero la gente tiende a olvidar de prisa, ya pocos se acuerdan de aquel día y menos aún quieren saber lo que ocurrió, ¿pero dejaremos libres a los que organizaron aquella terrible matanza?, ¿realmente nos da lo mismo?, ¿podemos seguir adelante con esos muertos sobre nuestras espaldas?

Piensen por un momento que entre esos 192 muertos hubiesen estado sus hijos, sus padres, sus hermanos, ¿estarían de acuerdo con este silencio impuesto desde el Estado? ¿De verdad no querrían saber la verdad, al precio que fuese?

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