ASÍ NOS VA

Feto dentro del vientre de la madre


Feto abortado

Por ser ayer el Día de la Mujer, anduvieron los socialistas desde el viernes organizando marchas a pie, regalando camisetas y bocadillos y haciendo una fiesta de lo que sigue siendo un gran engaño. La realidad es que la mujer, a igualdad de trabajo, sigue cobrando menos que un hombre y que la mayoría de las empresas prefieren contratar antes un hombre joven que una mujer joven, por temor a que se quede embarazada, incluso llegan al extremo de preguntarles si entra dentro de sus proyectos de futuro el quedarse embarazadas proximamente.

Y hablando de embarazos, el Código Civil establece que un menor de edad que desee operarse necesita del consentimiento de sus progenitores, por lo tanto las elucubraciones de Bibiana Aído tendrán que pasar por el filtro político del Parlamento antes de llegar a nada porque para que fueran efectivas sería necesario cambiar la ley, ya que un aborto es una intervención y no de menor cuantía precisamente.

Y entonces se verá lo que piensan muchos socialistas de esas medidas que la ministra pretende implantar, empezando por Bono, sin ir más lejos. Que una menor de edad no pueda fumar o beber una cerveza con alcohol y pueda en cambio suprimir la vida de un feto de ocho meses, por ejemplo, debe ser un motivo de escándalo para la sociedad. Debemos comenzar a plantearnos qué valor le dan a la vida humana los miembros de este gobierno que padecemos y, en todo caso, por qué no tendría el menor derecho a opinar el hombre que fuera padre de ese feto, lo que iría también en contra de la legalidad.

Y entretenidos con estos temas, estamos a dos días de un aniversario terrible. Hace cinco años ya de la atroz matanza del 11M sin que sepamos mucho más de lo que supimos entonces y eso que aquella matanza propició un cambio de gobierno y muy probablemente era precisamente lo que se buscaba. Y comienza a sospecharse que los verdaderos responsables están fuera y no dentro de la cárcel.

Y por si todo esto fuera poco, aún nos queda la margarita del País Vasco y la lentitud con la que piensan deshojarla los socialistas, alargando los plazos lo más posible. Necesita Patxi López los votos del PP si es que quiere gobernar, pero quiere que se los den sin rozarle casi y eso es imposible.

Por eso, entre unos y otros políticos a lo suyo (que muy rara vez es lo nuestro) y los ciudadanos adormecidos en tontunas como las envidias entre toreros por un quítame allá esa medalla o los amoríos de los famosos, en vez de exigir a los políticos que cumplan sus promesas, así nos va.