lunes, 16 de agosto de 2010
EL CALIFA DE RABAT
EL CALIFA DE RABAT
Es vergonzoso que este Gobierno no tenga lo que hay que tener para hacer frente a las provocaciones del califa de Rabat, además de ser incompetentes y poner a llamar al Rey para ver si arregla algo, aquí no se arregla nada mientras no se demuestre fuerza y decisión.
Ni un sólo país de nuestro entorno, Francia, Alemania o Reino Unido, por poner ejemplos, aguantarían estas provocaciones, como los carteles contra las mujeres policía en la frontera marroquí, los cortes de entrada de productos perecederos y de la construcción y hoy, hasta impedir el paso de las chicas que cruzan para trabajar en el servicio doméstico.
Si en el Gobierno tuvieran dos dedos de frente sabrían que en agosto y en pleno Ramadán hay muchos marroquíes tratando de regresar a sus trabajos en Europa tras las vacaciones veraniegas. Así que donde las dan, las toman, habría que llamar al Embajador español y traerlo a casa, sugerirle al de Marruecos que después de siete meses esperándole, mejor que no venga, que se tome unas buenas vacaciones en su casa marroquí, cerrar las fronteras de Ceuta y Melilla, enviar tropas, por si las moscas, y enviarles desde la peninsula verduras, frutas, carne y pescado a precios razonables a esas Autonomías. Hecho todo esto y con la pelotita en el tejado del califa podemos empezar a conversar con él, si lo desea, para arreglar el tema. Y de bromitas, ni una.
Todo lo que no sea mostrarse firmes, es marear la perdíz.
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2 comentarios:
De califas y califatos está lleno España, y como ya es habitual de todo tipo de siglas , que, no de ideales.
Quizás nos podrían explicar cualquiera de estos "estadistas", si quisieran, el porqué de los privilegios del señor de los anillos y su chalet en las arenas de una playa de Marruecos. Lo mismo que el ya tan mallado tema del apartamento "ilegal" del que ahora pretende subir 6 puntos los impuestos. Hay que pagar a otros para poder seguir desgobernando y desmembrando España y sometiendo y esquilmando el bolsillo del ciudadano inocente.
Palabras perdidas
Ka
Como se salvó del Gal, aún lo estará celebrando.
Pero lo increíble es que la gente siga soportando esta situación y sólo se preocupe del fútbol, las playas y la cervecita fresca. Los ciudadanos deberían llenar las calles y darle una cacerolada semanal al Gobierno, como mínimo.
Saludos.
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