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Agencia EFENo creo que nadie pueda creer que Rodríguez Zapatero me merece la menor simpatía, pero lo que pertenece al terreno político debe quedar en él y no pasar a otros ámbitos, si acaso a los judiciales.
Todo esto viene a cuento de la escenificación de estrangular a Rodríguez que hizo ayer en Sevilla Francisco Carbonero, secretario general de CCOO en Andalucía, ante las risas de Manuel Pastrana, secretario general de UGT de Andalucía. Eso no es de recibo en ningún caso. La violencia no es cuestión de bromitas. Una cosa es que traten de animar a la huelga del día 29 y otra que se incite a actos graves, así se empezó en el año 1936 y las cosas acabaron como acabaron.
Ahora, después de decirle sí a todo y, por supuesto, cobrar todos los millones de euros que han podido, ahora dicen que Zapatero y MAFO (Miguel Angel Fernández Ordoñez, Gobernador del Banco de España) son "políticos trileros" que han querido hacerle a los trabajadores el "timo de la estampita"; sin embargo los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han sido los primeros en participar, exigir y manipular cuanto han podido, que no vengan ahora con cuentos.
Ya veremos el día 29 la "libertad" que permiten ellos al ciudadano de participar o no en la huelga, si hasta se han atrevido a pedir a los abuelos que abandonen ese día a sus nietos. Estoy segura que su actitud será la acostumbrada, silicona en las cerraduras, piquetes que más que informativos son disuasorios porque van con palanquetas, martillos y todo tipo de objetos contundentes susceptibles de hacer daño al que se permita oponerse a sus deseos y querer trabajar. ¿Qué libertad es esa?.
Que tengan cuidado porque las cañas se pueden volver lanzas y es muy posible que los ciudadanos les den la espalda y pudiera ser que acabaran no siendo mayoritarios, con lo cual se les acabaría el chollo que se han buscado. De hecho hay ya cierta tendencia ciudadana hacia otros sindicatos, mientras los grandes, disminuyen en afiliados.
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