GANAS DE BODA

Francisco Javier Correa le pidió matrimonio a Begoña Rocío Veiga después de unos meses de noviazgo. Pero Francisco no se podía casar porque ya estaba casado con María S.R. de la que tenía dos hijas de 11 y 7 años, así que se "inventó" una boda a su medida.
El oficiante de la boda, por cierto en una sala del Ayuntamiento, lo cual debería investigarse, fué un tractorista amigo. La mujer legítima, se olió el tema y avisó al restaurante, lo que obligó a Francisco a elegir otro diferente. Comieron y bebieron los novios y sus invitados por valor de 3.000€ que aún deben y que ahora ninguno de los dos quiere pagar. Begoña se enteró que no estaba casada a la vuelta del viaje de novios y puso una denuncia. Por estafa, claro, porque Francisco no es bígamo, aunque sí un cara dura impresionante. El demandado dice que no paga el convite porque los regalos, que pidieron que fueran en efectivo, no llegaron a los 1.000€