HUKOU

Hace 50 años se estableció en China un sistema llamado Hukou, para controlar las migraciones internas, de una provincia a otra, del campo a la ciudad etc..., pero aquellos que no consiguen el Hukou o certificado de desplazamiento, se trasladan igual, sólo que no existen allí donde llegan y carecen de todo derecho en su propio país y, generalmente, acaban en un circuito laboral ilegal (porque al legal no pueden acceder sin ese documento), donde son explotados como esclavos por 60 euros al mes, sin contrato y sin ningún tipo de seguro.
En estas circunstancias, han descubierto en Shanxi, al norte de China, una fábrica de ladrillos que mantenía esclavizados y con jornadas de trabajo de 20 horas diarias a 31 trabajadores, prisioneros que no podían salir a la calle y eran solamente alimentados con pan y agua, custodiados constantemente por cinco vigilantes armados y seis perros. El horno de ladrillos estaba subarrendado por el hijo del secretario local del Partido Comunista, razón por la cual nadie iba a investigar nunca por allí.
Los 31 hombres, estaban llenos de quemaduras y moratones, cicatrices y apenas eran capaces de pronunciar su propio nombre. A uno de los trabajadores, lo habían matado a martillazos y arrojado su cadaver a una montaña cercana.