300 pasajeros de un vuelo de Air Europa con destino a La Habana (Cuba) que debía haber despegado según su horario de billetes a las 15h de ayer viernes, se han amotinado poco antes de las tres de la madrugada (paciencia, han tenido) y pretendido tomar las pistas, por lo que ha tenido que intervenir la Guardia Civil. Nos preguntamos por qué en estos casos no se recurre a un psicólogo para explicar el problema producido, porque los pasajeros, con niños de meses en muchos casos, estaban fuera de sí, se han sentido tratados como bestias de carga, llevados y traidos de un lado a otro sin explicaciones de ninguna clase, como es costumbre. El sargento de la Guardia Civil (con los métodos acostumbrados), les gritó "la autoridad soy yo y soy quien dice donde se tienen que poner y lo que deben hacer", y el padre de uno de los numerosos bebés que lloraban de hambre, le contestó "si tiene usted tanta autoridad ¿cómo no ha mandado que le den un poco de leche a estos niños?"
A las 3,30h de la madrugada, los han metido en el avión para que se quedaran quietecitos, pero no han despegado.
¿La autoridad debe ejercerse para cohibir y amenazar o para resolver conflictos? Mediten sobre ello.
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