AL FINAL, SE HACE LA LUZ

SOGAMA

Unos y otros partidos tienen verdadera predilección por engañar a los ciudadanos y tomarnos a todos por tontos, menos mal que por fas o por nefas, al final se acaba haciendo la luz.

Viene esto al hilo de lo que está ocurriendo con motivo de las próximas elecciones gallegas; como ahora les conviene tirar de la manta y arrojarse los cubos de basura a la cara (nunca mejor dicho), es ahora cuando nos enteramos de la tomadura de pelo del reciclaje de medicamentos.

Todos ustedes habrán visto un punto Sigre en su farmacia, el Sistema Integral de Gestión de Residuos y Envases de Medicamentos (Sigre) lleva desde el año 2002 pagando facturas por servicios de incineración de fármacos para que estos no acaben en los acuíferos o en la tierra.

La Sociedad Gallega del Medio Ambiente (Sogama) nos dice ahora que nunca se realizaron esas incineraciones en las instalaciones que posee en el municipio coruñés de Cerceda, ya que fueron tratados como simples residuos urbanos y, por lo tanto, depositados en el vertedero de Areosa.

La noticia es pavorosa, no sólo por la estafa, ya que eliminar residuos urbanos es mucho más barato que eliminar medicamentos, sino porque los residuos de esos medicamentos a saber donde fueron a parar.

Sigre dice ahora que ellos nunca contrataron a Sogama la prestación del servicio de incineración, sino que lo hizo a través de la empresa concesionaria Danigal. Es esta empresa la que a su vez subcontrató a Sogama.

Desde Sigre insisten en que en las facturas remitidas periódicamente por Danigal siempre se habla de los "costes derivados del proceso de valorización energética de restos" (es decir la incineración de los residuos) y nunca de cualquier otro tipo de procedimiento.

Resulta que las tarifas por incineración son de 60 euros por tonelada tratada, mientras que la eliminación en vertedero de residuos urbanos, mire usted por donde, no supera los 30 euros por cada mil kilos gestionados. Así llegamos a la madre del cordero, el dinero perdido.

Esto, traducido en costes, significa que Sigre ha venido pagando a Danigal unos 600.000 euros por los servicios prestados por Sogama para llevar a cabo la incineración que no se ha producido y esta cantidad es justamente el doble de lo que debería haber abonado en base al servicio que realmente ha prestado la empresa pública gallega por el tratamiento de las más de 9.000 toneladas de medicamentos que recibió Danigal desde 2002.

Sogama afirma que ellos y Danigal tienen un contrato paralelo, que Sigre dice desconocer, por medio del cual ambas empresas habían acordado que Sogama gestionaría en sus instalaciones los residuos remitidos por Danigal, pero nunca de forma expresa que dichos residuos fueran valorados energéticamente, entre otras cosas porque sus instalaciones ni siquiera están preparadas para la incineración de fármacos, y afirma tajantemente que así se lo hizo saber a Danigal.

Por su parte Danigal afirma que siempre "supuso" que el destino final de los residuos era la "valoración energética" y que ningún técnico de Sogama rechazó nunca la gestión de esos residuos, por lo que ellos entendían que la empresa Sogama cumplia los condicionantes para la incineración de esos residuos en sus instalaciones. También en Sigre dieron todo esto por supuesto y en todos estos años nadie puso en cuestión la incineración de los medicamentos en ninguna de las diversas auditorías encargadas.

¿Pero donde está el dinero pagado de más por Sigre por ese servicio nunca prestado en todos estos años?

Para saberlo habría que conocer las cuantías y conceptos que Sogama facturaba a Danigal por los servicios de tratamientos de residuos y que a su vez Danigal trasladaba a Sigre como parte de su propia factura por la prestación de estos servicios.

Según Sigre, ellos nunca supieros el montante ni el concepto por el que Sogama facturaba a Danigal porque nunca recibieron copia de dichas facturas. Pero es que ni Sogama ni Danigal han hecho aún públicas dichas facturas, con lo que prosigue la duda de quién se ha guardado el dinero.

Porque aquí solamente hay dos posibilidades: o bien Sogama facturó a Danigal como si hubiese llevado a cabo las incineraciones o lo hizo por la "correcta gestión" de los residuos en el vertedero. Y en este último caso, sería Danigal quien hubiese incluido en su factura a Sigre el montante por un concepto nunca llevado a cabo. Vamos que una de las dos empresas es la que ha estafado y resulta muy raro que ninguna haga públicas las facturas.

Y siendo Sogama una empresa pública gallega nadie se explica como la Xunta de Galicia sigue callada. Pérez Touriño no sabe, no contesta.