LOCURA ALAUÍ

LOCURA ALAUÍ

A los gobiernos débiles todos tratan de subírsele a la chepa, da igual que sean supuestos indignados que el que pasaba por allí.

Podemos ver un claro ejemplo de esto en la ridícula reivindicación que acaba de hacer el gobierno del primer ministro alauí, Abbas el Fassi, en nombre del Reino de Marruecos.

Ha solicitado el mozo al Gobierno y a la Junta de Andalucía que se le entreguen al califa de Rabat la mitad de los beneficios económicos que generen los millones de turistas que visitan la Alhambra de Granada. Y se ha quedado tan fresco. Una marcha verde económica, vamos.

Para incidir en el tema, también el ministro de cultura, Bensalem Himmich, ha enviado sendas cartas tanto a Rodríguez como a Griñán, reclamando una compensación económica por lo que llama "la herencia patrimonial" que dejaron en Al-Andalus. Es lo que tiene tanto reivindicar la Memoria Histórica, que ya no sólo se vuelven a alzar los viejos rencores de la Guerra Civíl como ha ocurrido en un pueblo de Ávila, o los gibraltareños se tragan poco a poco la bahía de Algeciras ganando terreno al mar,  sino que hasta los gatos se piden zapatos.

Más de medio milenio después de la Reconquista de los Reyes Católicos estos marroquíes, que ni eran siquiera un país entonces, se creen descendientes de Al-Andalus y reclaman "sus derechos históricos". Quizás podríamos compensarles enviándoles a Rodríguez y a Freddy de regalo.

Ahora dicen desde Marruecos que no es cierta esa información y que se trata de una broma de mal gusto, pero acostumbrados a la marcha verde y la invasión del islote Perejil, a los pasaportes que sitúan a Ceuta y Melilla como pertenecientes al Reino de Marruecos y a las reclamaciones sobre Al-Andalus, podemos esperarnos de ellos cualquier cosa y ninguna buena.