MIENTRAS ESPAÑA SE HUNDE

MIENTRAS ESPAÑA SE HUNDE

Esta partida de gaznápiros que nos gobierna se va de vacaciones mientras España se hunde, hasta tal punto que Rodríguez se ha visto obligado a volver a Moncloa desde Doñana porque los mercados no dan un respiro y la prima de riesgo sube a cotas estratosféricas. Ya en Doñana había sido abucheado por ciudadanos que le recriminan su papel en la crisis que padecemos y que no entienden que no acabe en los tribunales.

¿Cómo se puede cerrar el Congreso y el Senado en estas circunstancias? ¿Cómo se puede pensar en veraneos? Es inconcebible su irresponsabilidad. 


El Gobierno debe tomar medidas de inmediato, volver al trabajo, reabrir Congreso y Senado y convocar elecciones ahora y no esperar a convocarlas a finales de septiembre. Si ellos pueden permitirse unas vacaciones, España no puede. Y eso que se lo aplique el Rey también, que a pesar de ser una figura decorativa tiene el deber de volver de inmediato a La Zarzuela y ponerse a trabajar, o hacer por lo menos como que trabaja para dar ejemplo.

El Gobierno tiene que afrontar la situación de inseguridad que ha creado y tomar medidas de ahorro de manera inmediata. Que parece mentira que con la que está cayendo la preocupación mayor de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, dependiente del Ministerio de Hacienda, haya sido publicar este martes en el BOE (Boletín Oficial del Estado) el procedimiento abierto con un presupuesto de 638.750 euros (de nuestros bolsillos) para "el suministro y distribución domiciliaria de los lotes de Navidad para empleados en la Comunidad de Madrid y la provincia de Burgos". Cada cesta de Navidad saldrá por 175 euros, con quesos, embutidos, un jamón ibérico de recebo de 7,259 kg ( con una curación mínima de 24 meses cada pieza) bebidas (aclara que de "la máxima calidad"), licores, turrones, mazapán, marquesas, dulces y bombones. ¿Podemos permitirnos esto con cinco millones de parados de los que muchos de ellos no saben si podrán comer mañana?

Si el Gobierno, debido a sus sueldazos salidos de nuestros bolsillos, puede permitirse vacaciones, paseos en barco y otras veleidades, España no puede, España se hunde mientras la orquesta toca Paquito el Chocolatero.