TOMANDO DE SU PROPIA MEDICINA

TOMANDO DE SU PROPIA MEDICINA

Anda estos días ultimando con mucho sigilo CCOO un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Andalucía, pero no quieren que vea la luz hasta después de la Huelga General que tienen anunciada para el 14 de noviembre, por razones obvias.

No saben como explicarle a sus afiliados y simpatizantes (que cada vez son menos) que van a actuar exactamente igual que un empresario que se ve obligado a recortar personal, precisamente ellos a los que se les ha llenado siempre la boca con el proteccionismo obrero.

Pero bajan las subvenciones y las cuotas de afiliados, la Junta de Andalucía cada vez paga peor y más tarde, y está claro que a estos les ha llegado también el momento de las vacas flacas después de tanto dispendio. 

Están estudiando la posibilidad de aplicar despidos con indemnizaciones de 20 días por año trabajado, acogiéndose así a la reforma aprobada por el Gobierno que tanto denostaron y protestaron. Pero un factor que les complica el asunto es la falta de fondos para afrontar los pagos en algunas provincias.

También UGT está estudiando la posibilidad de una nueva reestructuración sobre la actualmente en marcha, por las mismas razones, y negociando reducciones salariales que llegan hasta el 50% y el 60% en el sindicato provincial de Sevilla, y también rescindir contratos con indemnizaciones de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. Más de 100 trabajadores de toda Andalucía están afectados por estos ajustes, tanto de jornadas como de salarios, y ya ha habido manifestaciones y protestas ante la sede regional del sindicato en Sevilla.

Y lo mismo que está sucediendo en Andalucía está ocurriendo con los empleados de ambos sindicatos en Extremadura, Castilla La Mancha, etc.


Tomando ahora de su propia medicina quizás los dirigentes sindicales entiendan mejor los problemas de los empresarios y los ciudadanos en general mediten, antes de acudir a más huelgas, que de donde no hay dinero no se puede sacar, por mucho que vociferen y se manifiesten y a más huelgas, menos dinero y menos producción en España y con peores ojos nos ven desde Bruselas.

 ¿Quién va a querer invertir en un país en el que en un sólo día puede haber más de 100 manifestaciones diferentes en Madrid, por ejemplo?

No estamos en momentos de gritos y exigencias, sino de arrimar todos el hombro para que podamos, entre todos, salvarnos.