jueves, 20 de diciembre de 2012

MANTECADOS DE MANDARINA, AVELLANAS Y CAFÉ


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MANTECADOS DE MANDARINA, AVELLANAS Y CAFÉ

El mantecado es desde hace siglos uno de los dulces españoles más representativos de la Navidad. Su origen está reconocido como andaluz y desde Andalucía ha llegado a todas las ciudades y pueblos de España.

Se cree que su origen data del siglo XVI ( Antequera y Estepa, ciudades vecinas, se disputan su autoría), propiciado por los excedentes de cereales que se daban en Andalucía en esas fechas, algo parecido a lo ocurrido con la más reciente tradición de las uvas de Nochevieja, que también respondió a un excedente de uvas.

Antiguamente, al llegar estas fechas, en todas las casas había un trasiego de lebrillos y aromas, todas las mujeres de la familia se reunían para hacer los dulces que se iban a consumir durante los días de Navidad y se hacían estas recetas que pasaban de madres a hijas durante generaciones y luego se llevaban a hornear a las panaderías. Ahora la gente compra los dulces navideños en cajas, en las grandes superficies, pero su sabor y aroma nunca puede ser igual que el de estos otros, hechos uno a uno y con amor.

Ingredientes:

* 275 gr, de harina de fuerza
* 75 gr. de harina de avellanas
* 2 cucharaditas de café instantáneo
* 175 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente
* 180 gr. de azúcar lustre
* Ralladura de 2 mandarinas
* 1 cucharada de licor de avellanas o naranja, al gusto
* 1 cucharadita de canela molida
* 1 huevo
* Ajonjolí
* Azúcar lustre para decorar


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Elaboración:

Lo primero que tenemos que hacer es secar bien la harina para que los mantecados duren más y sean más firmes. Este paso es básico para el éxito de la receta.

Tamizamos las dos harinas y extendemos en una bandeja de horno. Horneamos a 100ºC durante unos 50 minutos, removiendo de vez en cuando para que se seque bien y pierda por completo toda la humedad.
Pasado este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar por completo.

Amasamos la harina con el azúcar, la ralladura de mandarina, el licor, la canela, el café y la manteca.

Extendemos la masa sobre la superficie de trabajo dejándola de un grosor de 1 y 1/2 o 2 centímetros, cortamos con un corta pastas o, si no tenemos, con el borde de un vaso pequeño y los vamos poniendo con cuidado en una bandeja de horno forrada de papel de hornear.

Ponemos la bandeja en el frigorífico, bien tapada, durante unas horas para que adquieran consistencia.

Pasado este tiempo, barnizamos delicadamente con huevo batido y espolvoreamos de ajonjolí. Horneamos a 180ºC durante unos 25 o 30 minutos, según hornos.

Dejar enfriar completamente antes de mover a otra bandeja porque calientes son extraordinariamente frágiles.

Espolvorear con más ralladura de mandarina y azúcar lustre si se desea que queden más vistosos, aunque por sabor no es necesario.

4 comentarios:

Mónica dijo...

Me ha gustado esta receta, me parece original, tengo que probarla.

Ishtar dijo...

Ya me contarás cuando la hagas.
Un beso.

Charo dijo...

Hola. ....estoy en ella. Estoy secando las harinas y probablemente los haga mañana.

Ishtar dijo...

Ya verás como te gustan, merece la pena hacerlos en casa.
Un beso.