LA DEGRADACION

Dan ganas de bajarse en la próxima parada de la vida. ¿Hasta qué grado de degradación estamos dispuestos a soportar? Los realitys en las televisiones están llegando a límites insospechados, a un extremo de sordidez, difícil de superar. El Sperm race (carrera de esperma) que se pasa en la televisión alemana, nos garantiza una carrera de espermatozoides hasta un óvulo y hay premio para el más rápido. También en Alemania, Spuiten en slikken (chutarse y consumir), practican sexo explícito en vivo y en directo, consumen drogas duras y beben hasta el delirium tremens, para más tarde, el que logre recuperarse, comentar las experiencias en una mesa redonda, en la que , por si no hubiera sido aún suficiente, amenizan el debate ingiriendo hongos alucinógenos, para poner pimienta a la conversación. En God or the girl (Dios o chica), unos seminaristas, se enfrentan, cuatro semanas antes de ordenarse sacerdotes a la tentación de Eva, encima el clero estadounidense, lo ve bien. En "Confesiones", asesinos en serie, cuentan con todo detalle sus cruentos crímenes al fiscal del distrito, que los graba y los pasa a la televisión después del veredicto.
¿Hacia dónde nos estamos dirigiendo? , ¿es este el mundo que queremos legar a nuestros hijos? ¿Podemos alcanzar aún un grado más de degradación? Decididamente, lo que entendemos por civilización, está tocando fondo.