martes, 27 de febrero de 2007

SUPERINOCENTE

La UCO, (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ) unidad dedicada a la delincuencia organizada ( a su prevención, espero) y dirigida por el coronel Felix Hernando, investigó los chivatazos de su confidente Rafá Zohuier al agente "Victor". Zohuier, advirtió ya en 2003 que un tal Emilio Súarez Trashorras pretendía vender una gran cantidad de explosivos y adquirir dos ametralladoras (dos por falta de una) en Madrid, para cargarse, presuntamente, a Francisco Javier Lavandero, a quien acusaba de haberse chivado a la policía de sus"negocios". Ambas noticias son para que cualquiera salte del sillón del susto, pero, según parece, nadie le dió crédito. Y uno se pregunta para qué se paga a confidentes de cuyas confidencias no se hace el menor caso. Ni esta Unidad, ni la de Drogas y Delincuencia Organizada ( creada también para combatirla, imagino), que tenían pinchados los teléfonos de Zohuier y de "El Chino", hasta al menos febrero de 2004, se dieron por enterados del posible destino de los explosivos, a pesar de que cualquier destino que se les pueda dar es espeluznante, porque para cohetes de feria, seguro que no eran. Esto parece ya de Manolo y Benito Corporation. Lo trágico es que el 11M, en los atentados de Madrid, la gente murió de verdad, aquello no fué ficción. Y Zohuier, se nos declara superinocente de todo. Con estos mimbres, hasta al juez se le descoloca el verbo, aunque no debería, que queda mucho juicio por delante y será necesaria mucha paciencia de todos, sobre todo de las victimas, que son los que más han sufrido tanta ineptitud.

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