jueves, 28 de febrero de 2013
APAGA Y VÁMONOS
APAGA Y VÁMONOS
Saca la revista francesa Paris Math a Felipe y Letizia a toda portada y debajo la frase: la esperanza de España. Pues si estos dos son la esperanza que tenemos los españoles, ¡apaga y vámonos!
Menuda familia como para confiar en ella, de parte de la plebeya, varios miembros de su familia con diversas causas judiciales pendientes, ella misma dedicada a sus excesos estéticos más que a España, y de parte del príncipe...el cuñado Urdangarín, con todo lo que colea; el padre del cuñado, Juan Urdangarín, ya fallecido, nacionalista que fue elegido por el PNV para presidente de la Caja Vital Kutxa, Caja con extrañas operaciones económicas, dejémoslo ahí; y su propio padre, el Rey Juan Carlos, ocho años teniendo por amante a esta Corinna, que por cierto vuelve a dar otra entrevista que publica el mismo Paris Math en páginas interiores; Corinna, alias Ingrid, que era como la llamaba el servicio secreto que la recogía en coches de alta gama en la zona de El Pardo, donde le habían puesto un chalet para que viviera, para llevarla donde ella deseara, aunque ahora jure que jamás vivió en España, pero era un secreto a voces. Y aún presume de haber hecho grandes servicios al Gobierno de España, aunque a estas alturas el Gobierno ignora qué servicios son esos, salvo los de alcoba. Cualquier día le dan el collar de Isabel la Católica.
Esta Corinna, para afirmar que no quiere ser conocida ni que se hable de ella, bien se está paseando de lo lindo por todas las revistas y periódicos, El Mundo, Hola, Paris Math, adornada con joyas cuyo valor supera los once millones de pesetas. Pero antes de ésta hubo muchas otras, desde la Marta de Mallorca y Gabriela de Saboya, a conocidas actrices, cantantes etc..., lo que ocurre es que la prensa española lo encubría, pero en la prensa internacional se escribía de todo. Durante un tiempo la Casa Real la dirigió Sabino Fernández Campo con mano firme pero desde entonces ha llovido mucho y hoy en día no gozan de popularidad alguna y la gente en paro, que pierde su casa por no poder pagar la hipoteca, que no sabe como dar de comer a sus hijos, empieza a cuestionarse los derroches, viajes de placer y lujos de esta familia que solamente piensa en divertirse.
Si ellos son la única esperanza, ¡que Dios nos coja confesados!
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