viernes, 4 de mayo de 2012
LOS MITOS DE LA FERTILIDAD
LOS MITOS DE LA FERTILIDAD
Mucho antes de que se inventara la inseminación artificial las mujeres que no lograban concebir recurrían a todo tipo de métodos para lograrlo, desde saltar las nueve olas en la playa la noche de San Juan hasta acudir a romerías "especializadas" en el tema, como podemos ver en Yerma, la obra de García Lorca, pasando por bebedizos de toda clase de plantas que propiciaban el embarazo.
Pero lo extraño es que habiendo actualmente métodos científicos para lograr la preñez, en pleno siglo XXI la gente siga recurriendo a métodos extravagantes para lograr un embarazo.
En el cementerio de Père Lachaise de París, donde yacen para la eternidad personajes de la literatura, la música, la pintura, la ciencia y la historia, está enterrado el periodista Victor Noir (1848-1870), redactor de La Marseillaise, cuyo verdadero nombre era Yvan Salmon, que fue asesinado a los 22 años, la víspera de su boda, por el príncipe Pierre Bonaparte, sobrino-nieto de Napoleón I y primo de Napoleón III, en 1870, a causa de un artículo aparecido en el periódico en el que trabajaba y que ni siquiera había escrito él, sino Ernesto Lavigne, en el que se ponía de vuelta y media a la familia Bonaparte en general y a Pierre en particular, en respuesta a un artículo de Pierre Bonaparte contra los radicales.
Victor Noir primero había sido enterrado en el cementerio de Neuilly y posteriormente fue trasladado al Père Lachaise a petición popular.
Sobre la tumba hay colocada una escultura de bronce de Jules Dalou, realizada con donativos por suscripción nacional en 1891, que lo representa gigantesco, en el momento de su muerte, con la boca entreabierta y cabellos y ropas en desorden, con el sombrero caído a su lado y una llamativa y pronunciada erección post mortem en su entrepierna.
Pues bien, se halla muy extendida la leyenda de que besando los labios de la estatua, colocando una flor junto a su sombrero y, sobre todo, frotando su entrepierna, las mujeres logran quedar embarazadas, o encontrar pareja si no la tienen.
Ante el verdadero acoso al que las mujeres comenzaron a someter a la estatua, que puede notarse fácilmente por el brillo de su entrepierna, las autoridades colocaron una reja alrededor de la tumba, pero fue peor el remedio que la enfermedad porque las mujeres saltaban por encima y alguna resultó herida, así que decidieron retirar la reja y que lo acaricien cuanto deseen. Y ni que decir tiene que esta es de las tumbas más visitadas del cementerio.
Curiosamente el culto sexual ha ido sucediendo al culto político.
Larga vida a la tumba de la fertilidad.
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