EL OCASO DE CÁNDIDO

EL OCASO DE CÁNDIDO


El otrora enaltecido por los trabajadores, Cándido Méndez, se derrumba paulatinamente arrastrando el prestigio que pudiera tener el sindicato UGT.

El papel desempeñado por el ex-dirigente ugetista Juan Lanzas en los ERE de Andalucía, acusado de haberse llevado 13 millones de euros, más lo que cobraban los sindicatos planteando esos mismos ERE, le está pasando factura, tanto que anda estos días muy callado, en espera de que amaine el temporal.

No obstante no ha perdido sus costumbres ostentosas de nuevo rico, faltaría más, ayer mismo estuvo comiendo con la cúpula del sindicato en un conocido restaurante del barrio de Chueca, en Madrid.

La merluza de pincho y los mariscos siguen siendo sus aficiones favoritas, sin olvidar los relojes de lujo.

Él y los otros once comensales que le acompañaban en la comilona no se recataron de criticar a la juez Alaya y a los medios que sacan a la luz los escándalos de los ERE, y como el otro día el secretario general de UGT, Manuel Pastrana, escribía en su blog, lo achacan, no a sus malas prácticas, sino a una "cacería de la derecha política y mediática, para estigmatizar, desacreditar y aniquilar al sindicato".

No se dan cuenta de que el descrédito lo producen ellos mismos, de hecho el propio Méndez ya reconoció el pasado mes de febrero que UGT pierde mensualmente más de 3.000 afiliados al mes, pero ellos siguen de comilonas hasta que se hunda del todo, total viven de las subvenciones.