POR FIN DESCUBREN EL VERDADERO ORGULLO

POR FIN DESCUBREN EL VERDADERO ORGULLO

Todos a una, en una incruenta batalla moderna, tras el nuevo Cid Campeador (Del Bosque) los "briosos corceles "de la Selección Española llevan en sus piernas el alma del resto del país y, asombrosamente, vemos que Bilbao, Pamplona, Barcelona, y como ellas todas las ciudades y pueblos de España se llenan de banderas españolas ondeadas por brazos que acaban de descubrir, gracias al fútbol, el orgullo de sus raices, y las gargantas enronquecen gritando enloquecidas "Soy español, español, español, yo soy español, español" ... Pues bendito sea el futbol que produce tales milagros.

Y no solamente entre los aficionados, los mismos jugadores hinchan el pecho oyendo el himno nacional, sean de donde sean, y lo que es aún mejor, se les nota unidos como nunca y actuando "todos para uno y uno para todos" sin buscar protagonismos ni egos fatuos y engolados, han descubierto que es la unión la que hace la fuerza y que no juegan cada cual para sí mismos sino para el grupo.

Si todos los españoles fuéramos capaces de adoptar esa misma actitud conjunta ni todos los desaguisados de ZP, que son muchos, podrían con nosotros y nos comeríamos el mundo económico y el que hiciese falta.