domingo, 4 de noviembre de 2012

CALAMITOSO MAS

Image and video hosting by TinyPic



 CALAMITOSO MAS

Sueña con ser estadista internacional y no pasa de pícaro nacional.

Se fue Artur Mas de viaje a Moscú con el pretexto del foro empresarial Cataluña-Rusia, con una cohorte de más de cien personas de los cuales veinte eran cargos públicos, además de su propia consorte, faltaría más (todos los gastos por cuenta del erario público, claro), soñando con ser recibido por Putin, el presidente ruso, o al menos por sus ministros de Economía,  Desarrollo Regional, Energía o de lo que fuera, con tal de figurar, pero su gozo en un pozo.

Se alojó en un hotel de lujo, el Radisson Royal, de Moscú, de cinco estrellas, en una suite de 1.600 euros (64.000 rublos) la noche y eso a pesar de los numerosos recortes que se están realizando en Cataluña por su pésima situación económica. Y él solazándose en un hotel con paredes de mármol, arañas de cristal, bronces y porcelanas sin cuento, con decir que en el sótano tienen la réplica de unas termas romanas ya se pueden imaginar la sobriedad del hotel. Pero además el hotel cuenta con seis restaurantes, cinco bares, biblioteca, seis joyerías, un anticuario, un concesionario de Rolls Royce donde puedes comprar un coche y llevártelo en el momento (es el hotel preferido de los mafiosos), y tres salas de conferencias. Tiene su propio embarcadero, en el restaurante Ucrania, con seis yates a disposición de los clientes.

Al final se ha reunido con el gobernador de la región de Moscú y la viceministra de cultura, eso sí con la bandera de España presidiendo la reunión, como lo leen, la bandera de España, no la de Cataluña y mucho menos la bandera independentista, eso se deja para consumo casero.

Hay que hacer notar que su viaje faraónico ha pasado completamente desapercibido en la prensa rusa, nadie se ha hecho eco de él.

Y lo que hay que analizar, aparte de los gastos suntuarios en un momento de crisis como el actual, es la perversión que supone todo su discurso, que lo que en realidad busca es someter al pueblo en nombre de la lengua, dominarlos emocionalmente para mantenerlos en un círculo cerrado que les impida el crecimiento y desarrollo natural y la capacidad de pensar por sí mismos, y todo esto en beneficio propio como se ve.

El próximo día 25 de noviembre veremos si los ciudadanos de Cataluña  quieren ser siervos de la gleba a mayor gloria de Mas y sus compinches o ciudadanos del mundo libre.

No hay comentarios: