jueves, 1 de noviembre de 2012

DANZAD, DANZAD, MALDITOS

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DANZAD, DANZAD, MALDITOS

Se hace hoy eco toda la prensa de la tragedia ocurrida la madrugada pasada en Madrid, en el recinto municipal Madrid Arena donde se celebraba una fiesta organizada por Diviertt S.L., y las protestas de los testigos hacen hincapié en que alguien pudo tirar una bengala o petardo que desatara el pánico, o bien que pudiera haber más personas del aforo del local, que es de 10.000 personas, algunos llegan a decir que podría haber cerca de 15.000.

Creo que el fondo de la cuestión va más allá de eso. La gente lo que debería cuestionarse es la necesidad de sentirse hormiga dentro de un hormiguero, la estupidez de pagar por reunirse junto a 10.000 personas más para bailar y dar saltos sin que, como han dicho muchos testigos, los pies tocaran el suelo, sino que pisaban sobre los pies de otros. ¿A qué viene ese gregarismo?

Pueden entenderse reuniones de veinte o treinta personas que decidan celebrar una fiesta juntas, ¿pero 10.000? ¿Se puede hablar con el de al lado rodeados de 10.000 personas?

Ni en el infierno del Dante hay un castigo igual a ese, verte rodeado de una multitud de danzantes que te impiden el paso hasta asfixiarte, y la gente va y paga por eso. Es completamente incomprensible.

Pero todavía se puede rizar más el rizo y algunos eligieron meterse por su propio gusto, no para salir sino para estar, en un corredor de tres metros de ancho del que no era fácil salir con rapidez, rodeados como estaban por todas partes por otras personas y así ocurrió la tragedia.

Y menos mal que en contra de las ideas de algunos, que han protestado de que no se hiciera, no se les ocurrió desalojar el local, porque entonces las muertes se habrían multiplicado, y se continuó la fiesta y la gente fue saliendo poco a poco a su aire, sin enterarse en su mayoría de lo que había ocurrido.

Lo que hay que pensar es que no se puede controlar a 10.000 personas, que son muchas aunque no se haya superado el aforo, demasiadas, a esa cantidad de personas empujando por entrar cuanto antes no se las puede cachear ni registrar el bolso o los bolsillos; una de las heridas es menor de edad y no llevaba documentación y entró, pero es que igual podría haber entrado alguien con un arma y liarse a tiros, o encender un cigarro y prender fuego, o entrar con una navaja y herir o matar a alguien igualmente. Es imposible la seguridad con esa masa humana que además en su mayoría seguramente ha ingerido alcohol y otras sustancias.

Son muy lamentables esas muertes en plena juventud, y la gravedad de los que están ingresados, y envío desde aquí mis condolencias a sus familiares, pero la gente debe empezar a ser sensata, las aglomeraciones son siempre peligrosas; ese local puede ser muy aceptable para un evento deportivo en el que se ponen las gradas y la gente está quieta y sentada pero es una verdadera locura tener a tantas personas metidas en un local con calzador y pegadas como lapas y al mismo tiempo tratando de moverse de un lado a otro, incluso se puede llegar a sentir un ataque de pánico por enoclofobia o agorafobia.

Ahora tratarán de buscar culpables de lo sucedido pero la verdadera culpabilidad está en la estupidez humana que si no tiene problemas, se los busca.

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