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Tras el suicidio de Adolf Merckle, los 30 bancos acreedores han aprobado un préstamo de 400 millones de euros para tratar de salvar sus empresas, a cambio debe venderse Ratiopahrm, una de las empresas del grupo de mayor facturación y debe retirarse Ludwig Merckle, hijo del empresario, que se acababa de hacer cargo de los negocios tras el suicidio de su padre.
Ratiopharm tiene una facturación anual de 1.800 millones de euros y cerca de 5.500 empleados y ya han surgido algunos posibles compradores, aunque la venta conllevará largas negociaciones y, probablemente, durará varios meses. Su valor puede situarse entre los 3.500 y los 5.000 millones de euros y podrían estar interesados la empresa francesa Sanofis-Aventis y la gran farmacéutica israelí, Teva.
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