EL INCULTO E IMPRESENTABLE ARTUR MAS
El nacionalista catalán Artur Mas, que envía a sus hijos a la escuela Aula, que tiene como lenguas vehiculares el castellano, el catalán y una lengua extranjera, gracias al dinero de todos los españoles, y que obliga en cambio a los catalanes y no catalanes residentes en Cataluña a que en sus hijos estudien sólo en catalán, se ha atrevido, ha osado, porque la estulticia y la ignorancia son muy atrevidas, a mofarse del modo de hablar de los niños de Sevilla, Málaga o la Coruña, dice que hablan un español que no se les entiende.
Y eso sí que no, listo de pacotilla, por mucha barretina que te pongas. Que la más inculta de las ancianas del último pueblo de Andalucía, habla un español más rico que el tuyo. La modalidad lingüística andaluza se reconoce ya en manuales como propia de la región desde 1500 y supo aunar, no sólo el castellano, sino la aljamía y el mozárabe; y fue el idioma que llegó a Hispanoamérica y que aún hoy en día se sigue hablando allí, ojo, que no fue el catalán. Y si tú no entiendes a los andaluces cuando hablan eso es sólo una muestra más de tu incultura, tu ignorancia, tu rusticidad y tu barbarie.
Que Andalucía fue la cuna de Trajano, Adriano, Séneca, Averroes, Maimónides, Lucano, y Góngora. Que tú, en tu incultura, igual no sabes ni quiénes son.
Que andaluz de Lebrija, Sevilla, fue Antonio de Nebrija, humanista, filólogo, historiador, pedagogo, astrónomo, poeta y gramático. Cuando él presentaba su Gramática a Isabel de Castilla, la reina Católica, Cristóbal Colón estaba cruzando el océano Atlántico para descubrir dos meses después el Nuevo Mundo.
Que andaluz fue Fernando de Herrera, apodado el Divino, sevillano y poeta, considerado un hito ineludible en la poesía española. Y andaluces fueron Rodrigo Caro y Bécquer.
Y andaluces Francisco Medrano, el poeta Juan de Mena, el filósofo y ensayista Francisco Giner de los Ríos, y el matemático Alberto Lista; y Vicente Gómez Martínez Espinel, escritor, músico y poeta, que dió a la guitarra su quinta cuerda y a la poesía la décima llamada espinela en honor suyo; y Pedro Antonio de Alarcón; Juan Valera; Francisco de Rioja; Juan de Arguijo, poeta del siglo de Oro; Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, duque de Rivas, escritor, dramaturgo, político y poeta, autor de Don Álvaro o la fuerza del sino; y Diego Hurtado de Mendoza, escritor y poeta, al que muchos han considerado probable autor del Lazarillo de Tormes.
Y andaluces fueron Manuel de Falla, Joaquín Turina y Manuel Castillo. Y andaluz nació Picasso. Y Adriano del Valle, Villaespesa, Jorge Manrique, Federico García Lorca, los hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez, los hermanos Quintero, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre, andaluces universales todos. Y te ahorro cientos de ellos más para no alargar demasiado este artículo.
Y andaluz, Emilio Castelar, político y escritor, pero político de los de verdad, no de los de ahora, tipo Artus Mas; no, político y orador a quien ya quisiera Mas llegar a la suela del zapato. Presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República, el más elocuente orador de España en un tiempo en que nadie leía sus discursos como ahora. Un andaluz al que en sede parlamentaria se le pedía consejo para saber como se decía algún término en español, como en aquella ocasión en que un parlamentario se hizo un lío queriendo pedir la abolición de una ley, y decía que se "abola, que se abuele" y tuvo que recurrir a él y pedir "¿cómo se dice, don Emilio?". Y la voz extraordinaria de don Emilo Castelar atronó el hemiciclo: "¡que se abolegue!". Así que Mas, tienes que leer más y ampliar horizontes más allá de la barretina, que se ve que te cubre los ojos y no te deja ver más allá de tus narices. Hala, a bailarte una sardana y a dejar en paz a los andaluces.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo¡¡ Y no soy andaluza¡¡
Gracias, Inma.
Un beso.
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