domingo, 11 de diciembre de 2011
Y URDANGARÍN HABLÓ
Y URDANGARÍN HABLÓ
Habló por fin el yernísimo aunque no aclaró nada. Habló (por teléfono a la agencia Efe) para alejar del escándalo a la Casa Real y a su esposa, la infanta Cristina, para decir que ellos nada sabían de sus asuntos privados. Y mira que es raro que no lo supieran cuando se rumoreaba desde 2005.
Según nos va desgranando el diario El Mundo cada día, el juez que instruye la investigación, José Castro, atribuye directamente a Urdangarín y a su socio, Diego Castro, todos los tejemanejes del Instituto Nóos y que ambos "mantenían apartados del conocimiento del área financiera al resto de personas que conformaban el Comité de Dirección", entre ellos a la infanta Cristina y al secretario de ella y su hermana, Carlos García Revenga.
Sin embargo, si esto era así no deja de resultar curioso que estando todo el Comité de Dirección ignorante de lo que ocurría, sea precisamente un miembro de dicha directiva, el médico especializado en cooperación internacional, Ignasi de Juan Creix Bretón el que destapara ante la Policía Judicial el verdadero funcionamiento interno de la entidad "sin ánimo de
lucro".
Y fue el testimonio de este médico uno de los argumentos incluidos en el auto del registro del domicilio particular de Torres y uno de los más importantes para que los investigadores consideren a Urdangarín responsable de la trama de evasión fiscal que se urdió en Nóos.
Ya Marcos Tejeiro, encargado de las cuentas del Instituto Nóos y cuñado del socio de Urdangarín, Diego Torres, a preguntas de la Policía sobre si era habitual en la institución "sin ánimo de lucro" cruzar facturas para generar gastos falsos, contestó "sí, puede ser". Además en las investigaciones figura un hermano de Marcos, Miguel Tejeiro, cuyo bufete sería el encargado de articular un sistema para tributar lo menos posible a Hacienda, según un documento que ha sido intervenido por la Policía. Y se han incautado documentos que demuestra que se había trazado un plan para desviar cinco millones de euros a paraísos fiscales y aunque el plan no llegó a ponerse en práctica sí parece acreditado que se trasladaron 650.000 euros del Instituto Nóos a Belice, como primera fase del operativo.
Por otra parte, la trama no puede desvincularse de la Corona por mucho que nos cuenten porque si Iñaki Urdangarín no fuera yerno del Rey, ¿quién le iba a pagar millones por informes plagados de errores, copiados de internet y sin el más mínimo interés real? Se los pagaron por ser quien era, claro está.
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