MILHOJAS DE PATATAS Y ESPINACAS CON LANGOSTILLOS

MILHOJAS DE PATATAS Y ESPINACAS CON LANGOSTILLOS

Aunque su nombre científico es Acanthocardia tuberculata, en Andalucía  todos lo conocen por langostillo. Es un tipo de berberecho pero de mayor tamaño, cuya concha, gruesa y con manchas rosadas o marrones, llega a alcanzar un diámetro entre 5 y 9 centímetros. Vive en profundidades marinas de hasta 100 metros, en la línea de bajamar de la costa atlántica europea, desde el sur de Inglaterra hasta las islas Canarias, y también en el Mediterráneo.



En Andalucía se pescan en las costas gaditanas, exactamente en el Campo de Gibraltar. Desde los años 50 comenzaron a comercializarse enlatados, bajo el nombre de langostillos, y es una conserva que recomiendo tener en la despensa porque puede acompañar muchos platos como el que hoy os presento, pero además están exquisitos incluso solos, o acompañados con unas gotas de limón.    
Naturalmente, en una receta bien elaborada adquieren categoría de producto gourmet.





Ingredientes (4 comensales):

* 4 patatas del tipo blanca lavada

* 1 paquete de espinacas congeladas

* 1 cuenco de salsa bechamel de queso, hecha en microondas

* 1 lata de langostillos

* Para decorar, un poco de pimentón dulce de la Vera




Elaboración:

Primero cocemos las patatas en el microondas. Las lavamos y ponemos en un recipiente de cristal apto para microondas y las ponemos 4 minutos al máximo. Sacamos y comprobamos con un cuchillo que estén bien cocidas, sin partirlas. Reservamos.

Cocemos las espinacas, bien al vapor o también en el microondas. Yo suelo hacerla unos minutos en el microondas, según indica el envase, en un recipiente pyrex, solas, sin agua. Escurrimos y reservamos.

Hacemos una bechamel en el microondas tal y como he explicado en otras recetas, pero para quien no las haya leído, calentamos 300cc de leche en un recipiente de cristal, 1 minuto en el microondas. Sacamos, e introducimos otro recipiente con un trozo de mantequilla, 20 segundos y sacamos. Echamos sobre la mantequilla una cucharada de harina, batimos con el batidor de varillas y ponemos un minuto en el microondas. Sacamos, volvemos a batir y si aún no burbujea, ponemos 40 segundos más. Las burbujas es la señal para saber que la harina ya no está cruda y podemos añadir la leche. Agregamos pues parte de la leche, es importante no añadir toda, porque si sale muy espesa puede arreglarse con más leche caliente pero si sale muy clara no tiene arreglo porque no se puede añadir más harina.

Introducimos un minuto al microondas, sacamos y batimos, añadimos sal y pimienta al gusto, ponemos otro minutos, batimos y probamos el sabor, si aún no está hecha podemos poner otro minuto y si está muy liquida, agregamos más leche caliente, nunca fría.

Cuando esté a nuestro gusto, rallamos un poco de queso, atención, nunca de bolsa, que llevan celulosa y otras sustancias extrañas, mejor aprovechamos los trozos de queso que siempre nos van quedando. Batimos de nuevo para mezclar bien.

Pelamos las patatas y las cortamos en lonchas.

Mezclamos las espinacas con un poco de bechamel, hasta que esté a nuestro gusto, pero sin tapar su alegre color verde.

Para emplatar, ponemos una loncha de patata en cada plato, sobre ella una capa de espinacas con bechamel, así vamos alternando las capas hasta acabar poniendo una última capa de patata, sobre ella unas cucharaditas de salsa bechamel y unos langostillos. Decoramos con una pizca de pimentón dulce y tenemos un plato de alta cocina, con ingredientes económicos y sencillos.