ESTUDIO SAVE FOOD DE ALBAL
La marca Albal ha realizado un interesante estudio sobre la cantidad de comida que desperdiciamos en Europa, tanto la que tiramos a la basura una vez cocinada como la que se tira incluso sin llegar a abrirse.
Realizaron una encuesta entre enero y marzo de 2011 en siete paises europeos para conocer los hábitos de almacenaje, elaboración y descarte de alimentos en los hogares particulares.
Y se combinaron estos datos diarios con los datos estadísticos de volumen de compra y su valor total, obtenido de fuentes públicas.
Un total de 1.500 encuestados respondieron en España, Francia y Alemania, representativos de la población total según tamaño del hogar, tamaño de la comunidad, región y tipo de vivienda.
En Suecia, Bélgica, Rusia y Austria, respondieron 1.000 personas por cada país de manera online a través de sondeos demoscópicos. Ambos resultados se fusionaron y su escala se adaptó a las conclusiones obtenidas en el primer estudio (España, Francia, Alemania).
El resultado es que los europeos tiramos de media el 20% de la comida que compramos. Cosa que no sucedería si nuestras compras se hubieran planificado, gestionado y almacenado mejor.
Aproximadamente el 34% de la comida empaquetada se tira antes de ser abierta.
Las frutas y verduras frescas es lo que más se tira. Alrededor del 50% de lo que se tira corresponde a este apartado, seguido de sobras de platos cocinados en casa y / o comida rápida.
Los españoles tiran alrededor del 18% de la comida que compran. Esto significa 11.000 millones de euros cada año y un desperdicio de 2,9 toneladas de alimentos anuales. Cada ciudadano español tira anualmente unos 250 euros en comida.
Este desperdicio viene de no planificar adecuadamente la comida para la semana siguiente, por lo que es habitual comprar "por si acaso se necesita". Una vez en casa, muchos consumidores no guardan la comida de la forma más adecuada, por ejemplo, congelando lo que no vaya a consumir de inmediato, así que muchos alimentos se estropean antes de tiempo.
En los tiempos de crisis que atravesamos es muy importante que nos concienciemos en este sentido. Comprar lo estrictamente necesario, almacenar bien y consumirlo todo antes de que se estropee.
De nosotros depende no seguir derrochando toda esa comida.
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