UN NUEVO DESASTRE
Como si las cosas no fueran ya lo bastante mal en toda Europa, sobre todo en los países periféricos, surge el caso Strauss-Kahn, presidente del FMI, detenido en Nueva York por presunto delito sexual, para acabar de estropearlo.
Tanto el rescate de la economía griega como el posible de Irlanda, Portugal y cualquier otro país, incluida España, dependía de quién estuviese al frente del Fondo Monetario Internacional, creado en 1945. Hasta ahora, desde la Segunda Guerra Mundial, siempre habia sido un europeo el que había estado al frente y el Banco Mundial lo gestiona un americano, ese era el acuerdo; pero las economías emergentes como China o Brasil desearían cambiar ese estado de cosas porque no están muy de acuerdo con esos rescates europeos.
Y estando en esas, surge el drama de Strauss-Kahn, que como todo ciudadano tiene el derecho a la presunción de inocencia a pesar de todos sus antecedentes, pero a Europa le tiemblan las carnes.
Hay que recordar que el FMI hizo préstamos al Reino Unido en 1976, a México en 1982, a Argentina en 2001 y ahora andaba tratando de arreglar la maltrecha economía europea. Con esta detención no solamente se tambalea la imagen del FMI, sino los países europeos con problemas urgentes.
Hay que reconocer que Strauss-Kahn había revitalizado el FMI pero ahora, como no dimita y elijan a otro rápidamente para el puesto, vamos a la deriva. De momento, ha tenido que cancelar la reunión que tenía hoy mismo con Angela Merkel para hablar del tema griego. En estos procesos económicos las decisiones rápidas son vitales, no podemos eternizarnos. O se decide pronto una solución o todo se viene abajo como un castillo de naipes.
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