QUEMAR UNA IGLESIA
Hemos hablado muchas veces de la intransigencia religiosa de los islamistas pero parece que nunca es suficiente. El Islam está en guerra desde hace siglos con Occidente y así debiéramos asumirlo con el fin de protegernos a nosotros mismos y nuestras familias. Para ellos nada ha cambiado desde la Edad Media hasta ahora.
Al menos 10 personas han fallecido y 186 han resultado heridas como consecuencia del asalto perpetrado por musulmanes en EL Cairo a una iglesia copta, la llamada Mar Mina, del barrio de Imbaba.
Las razones que dan, que creían que tenían encerrada allí a una joven cristiana porque se había convertido al islam. Como si un asunto personal de cambio de religión, pudiera en todo caso justificar cualquier cosa.
Los salafíes lanzaron cócteles molotov, además de utilizar armas de fuego contra los que querían huir del incendio de la iglesia. Los cristianos son solamente el 10% de la población, de mayoría musulmana. Es decir que viven con miedo en medio de extremistas radicales, por las muestras.
¿Y se atreven a pedir los musulmanes en España la apertura de mezquitas, el uso del burka, velos y otros signos externos religiosos? Occidente no debe permitir esta ley del embudo que tratan de hacernos aceptar o acabará lamentándolo cuando sea demasiado tarde. El que se traslada a vivir a otro país debe aceptar sus usos y costumbres y si personalmente tiene otras diferentes, guardarlas para su intimidad, en su casa y con los suyos.
Bien harían los políticos en tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.
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