miércoles, 11 de mayo de 2011

YO DUDO DE LA INDEPENDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL



YO DUDO DE LA INDEPENDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Y como yo, también dudan el 60% de los españoles por mucho que al Presidente de dicho Tribunal, Pascual Salas, esto le ponga "la carne de gallina". Nos da igual como se le ponga.

Quiere pruebas y no meros comentarios, dice. Bien, ahí va la primera prueba de que Bildu y ETA son la misma cosa: el atarra Andrén Errandonea lo primero que hizo al salir de la cárcel fue pedir el voto para Bildu, es decir, para ETA. Y lo hizo en las mismas puertas de la cárcel de Herrera de la Mancha. Ya saben pues tanto Salas como Asúa, Pérez Tremps, Pérez Vega, Gay y Ortega a quiénes han dado vía libre obedeciendo órdenes del Gobierno, que a su vez las obedecía del PNV.

No hay más que ver el vídeo del presidente del PNV, Íñigo Urkullu, prueba número dos, amenazando a Rodríguez con quitarle su apoyo si Bildu no salía adelante. Y el Gobierno diciéndole, espera. Y esperando llegó Pascual Sala, elegido para su puesto por el Gobierno, igual que todos los otros magistrados que han votado sí a Bildu.

Y después hemos podido ver de nuevo a Urkullu, prueba número tres, felicitándose por la decisión de Salas, como no podía ser menos, y diciendo que ya sabía que esa iba a ser la decisión.

Así que los argumentos de Salas en favor de Bildu se quedan en un agradecido homenaje a quien lo nombró, para argumentos los del Tribunal Supremo que supo decir no a pesar de las presiones. Y un aplauso general de toda España para el magistrado Manuel Aragón, que a pesar de ser elegido también por el Gobierno ha votado responsablemente en contra de Bildu, jugándose el tipo. A ese magistrado responsable nadie le pone la piel de gallina ni le tacha de vendido al Gobierno.

Y prueba número cuatro, la burla a las víctimas del etarra excarcelado y sus familiares, gritando enardecidos la consigna con la que reivindica sus atentados: " ¡Jo ta ke irabazi arte! ! (¡Darle duro hasta conseguirlo!).

También puede leerse Pascual Salas los votos particulares de sus compañeros, los cinco magistrados que discreparon de la sentencia del Tribunal Constitucional, no son opiniones de particulares sino de juristas prestigiosos.

Y hablando de prestigio, todo el problema se acababa disolviendo el Tribunal Constitucional, porque para resolver problemas constitucionales nos sobra con el Tribunal Supremo y con que para acceder a él la fórmula sea el prestigio, la antiguedad en la carrera judicial o un examen, así de fácil, acabando con los dedazos políticos se acaban las pieles de gallina y el acceso de los terroristas a las instituciones democráticas.

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