lunes, 5 de marzo de 2007

ElL OBSERVATORIO SOLAR DE CHANKILLO (PERU)

Las trece torres de Chankillo en el valle costero de Casma, unos 320km. al norte de Lima (Perú), que fueran observatorio solar de una antigua civilización, siguen en pie cuando la civilización que las construyó desapareció hace miles de años. Maravilla una sociedad tan avanzada unos 2000 años anterior a la civilización del Cuzco incaico.
Se cree que este observatorio fué construido entre el año 200 y el 300 a.N.E. Es una fortaleza estratégicamente construida encima de un gran cerro, con tres gruesas murallas de piedra de aspecto ovoidal, concéntricas, con 5, 4 y 3 entradas respectivamente, desde el exterior al interior. Estas entradas dan acceso a corredores de techos de madera de algarrobo que, aún hoy, siguen sosteniendo las murallas sobre ellos. Rodeados de estas murallas, en el centro, como podemos ver en las fotografías, se hallan tres estructuras diferenciadas, dos circulares y una rectangular. Frente a esta fortaleza, están las trece torres, en línea de norte a sur, sobre el monte Chankillo, que indican con total precisión el desplazamiento anual del sol y los solsticios y equinoccios. Cada torre mide entre 2 y 6 metros de diámetro y están separadas por 4,7 y 5,1 metros. Todas al filo de la colina como vigías gigantescos. Y cada torre tiene dos escaleras, norte y sur, que llevan hasta la zona más alta de la torre.
Probablemente la multitud asistiría, en los ritos solares, desde la explanada y solamente los sacerdotes o personas encargadas especialmente de ello, subirían a las torres para contemplar desde una perspectiva singular las salidas o puestas de sol. Al pie de las torres hay dos edificios, dos observatorios solares, el del Este y el del Oeste. Desde el observatorio del Este solamente se ven las salidas del sol, desde el del Oeste, el ocaso.
Visto desde el observatorio del Oeste, en el solsticio de invierno (Junio), el sol sale por la torre 1, pero en el solsticio de verano (diciembre), el sol sale por la torre 13. Desde el observatorio solar del Este, ocurre lo contrario, en invierno, el sol se pone por la torre 13, y en verano por la torre 1. Los espacios intermedios entre las torres son unidades de tiempo en que dividían el año. Este conocimiento profundo les era muy necesario e importante a esta civilización para la siembra, la recolección, la navegación, la pesca, la caza y para poder regresar a casa tras las expediciones. así como para seguir las diferentes estaciones del año. Y quizás, también, en su construcción y uso, hubo fines políticos, puesto que quien pudiera saber exactamente el momento de cada ciclo anual, tenía PODER. Y ya sabemos que el deseo de poder va con la humanidad desde el principio de los tiempos y continua.

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