viernes, 2 de marzo de 2007

¿ALBERTO O DE JUANA?

Un hombre de 53 años, Alberto V., ha sido condenado a tres años de cárcel por haber roto a otro, en 1995, cuatro dientes en una pelea, cuando trabajaba como portero de una discoteca del Baix Llobregat y consumía drogas y alcohol. Actualmente, doce años después (¿una Justicia que tarda 12 años, qué Justicia es?) de aquellos desgraciados hechos, cuando Alberto está rehabilitado totalmente para la sociedad, ha abandonado las drogas y el alcohol, ha vuelto con su esposa y su hija, que en la actualidad tiene 17 años, tiene un trabajo fijo, ha comprado una vivienda para su familia, que está pagando mediante una hipoteca, cuando en fín, ha conseguido vivir socializado, ser una persona válida y casi feliz, le condenan a tres años de cárcel por aquellos hechos, a pesar de que ya en 1995, Alberto había satisfecho la multa que la Audiencia le impuso que debía pagar a la víctima por la pérdida de los cuatro dientes, 3.600€.
Alberto no quiere, no puede imaginarse ese horizonte, no está dispuesto a ir a la cárcel, así que se va con su coche a un lugar solitario y allí se abre las venas. Ahora, la Audiencia no recibirá ya a un hombre rehabilitado, sino un certificado de defunción.
¿Cuánto ha pagado De Juana a las víctimas de sus 25 asesinatos? Ni un euro. Pero ahí está, mimado entre algodones por el gobierno.
¿Esto es lo que entendemos en España por Justicia? ¿Qué Justicia? Aquí lo que rige es el chantaje al Estado.

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