jueves, 26 de abril de 2007

EL CALVARIO DE SER MUJER

Ana González trabajaba en Navajas (Castellón), como bibliotecaria, pero se quedó embarazada y en el septimo mes de embarazo, tuvo hemorragias con grave peligro para el feto, el médico la obligó a guardar reposo y el Ayuntamiento la despidió de inmediato. Ana, no solamente atendía una biblioteca-ciberteca, además impartía talleres para niños y ancianos. Cuando nació su hija, Ana recurrió a los tribunales y ganó el caso, pero José Vicente Torres (PP), alcalde de Navajas, se negó a readmitirla. Tuvo que recurrir a los jueces de nuevo, a pesar de tener ya sentencia favorable, la admitieron el 10 de agosto del año pasado y le dieron dos cartas, una de vacaciones pagadas hasta septiembre, la otra, de despido. Ana volvió al Juzgado, porque para ella es ya una cuestión de dignidad. De nuevo ha ganado en el Juzgado, lo que el alcalde le niega de facto. Ahora alega que la biblioteca está cerrada, pero hasta el Tribunal Superior de Justicia valenciano dice en la sentencia que no se entiende que renovaran por completo todo el equipo de la biblioteca para cerrarla un mes después. Dicha biblioteca estaba subvencionada por el proyecto "Disemina" de la Generalitat, y aún sigue anunciado en su web. ¿Dónde va a parar ahora el dinero de dicha subvención?

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