martes, 10 de abril de 2007

LA CASA

La Casa, empeñada en convencernos de su normalidad de personas de a pie, se excede, o se exceden sus colaboradores. ¿por qué ese empeño en hacernos creer que la joven pareja han estado paseando con su hija, viendo procesiones, mezclados con el resto de los ciudadanos, sin guardaespaldas, sin vigilancia de ningún tipo?
Si ninguna mujer embarazada, a punto de cumplir el 25 de abril, medianamente sensata, se metería en bullas en esas circunstancias ¿cómo vamos a creer que ellos lo han hecho? Es imposible hacernos comulgar con ruedas de molino, habrán ido, sí, pero rodeados del mayor despliegue de seguridad y muy alejados del resto de los ciudadanos. Y además, es normal.

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