SEPARADOS POR COLORES

Se ha publicado un trabajo sobre las preferencias cromáticas por sexo en la revista Current Biology, ahora parece que la vieja costumbre de vestir a los recién nacidos de rosa o celeste, no es baladí.
El experimento, dirigido por Anya Hurlbert, neurocientífica de la Universidad de New Casttle (Reino Unido). consistió en reunir a grupos de hombres y mujeres y mostrarles sucesivamente diferentes parejas de colores en una pantalla para que eligiesen sus preferencias. La mayoría, sin diferencia de sexo, mostraba una clara preferencia por el azul, sin embargo las mujeres, a lo largo del estudio, fueron mostrando sus preferencias por los tonos rojizos y morados, sobre los verdes, mientras los hombres, en cambio, seleccionaban los verdes y azules en todas sus gamas.
Al igual que el resto de los primates, los seres humanos percibimos los colores de manera más amplia que otros animales (tricromacia), la visión cromática se experimenta a través de dos canales que captan los tonos por parejas opuestas: el del rojo-verde, que diferencia los estímulos recibidos por las células de la retina (conos) L y M, y el del azul-amarillo, que distingue los tonos S de una combinación de conos L y M.
Ambas particularidades son adaptaciones relativamente "recientes" en la evolución de los primates, que se cree relacionada con la identificación de la fruta madura y las hojas comestibles.
El cerebro femenino se habría "especializado" en tareas de recolección, así que perfeccionó la adaptación tricromática, probablemente, y se interesó por los objetos más rojos, es decir, más maduros para comer.
Y el gusto general por el azul, parece relacionarse con el color del cielo en los días de buen tiempo, cuando sería más agradable la vida y se podría salir de las cuevas, o, como decía Kandinsky, por la música de ese color, que representado musicalmente se correspondería con un órgano, grave y solemne, y el azul claro con la alegría de una flauta.