Teatro "The Globe", de Shakespeare, reconstruido.
Teatro griego Epidauro.
Corral de comedias de Almagro.
Hoy es el día Mundial del Teatro, la primera de todas las Artes, pues el hombre ha hecho teatro desde el principio de los tiempos, cuando reunida la tribu junto a una hoguera, un narrador, el más viejo o el sacerdote, o quizás el guerrero más poderoso, les contaba la historia de la tribu a todos los miembros de ella, la historia de los dioses etc...Porque cuando no existía la palabra escrita era la memoria colectiva la que debía funcionar para guardar los hechos relevantes del pasado y pasar así de generación en generación.
El teatro ha servido también como catarsis, Aristóteles usó esta palabra para definir la proyección que los espectadores hacían de sus propios problemas ante la visión de la tragedia griega representada y cómo esto, les servía de purificación, porque veían allí castigados por los dioses los pecados cometidos y así, los espectadores salían purificados.
El ver reflejados en un escenario sus propios problemas, pasiones y pecados ha gustado siempre al ser humano. Tanto en el drama como en la comedia, el teatro gozó siempre del entusiasmo del público.
España llegó a tener en el Siglo de Oro varios corrales de comedias en las principales ciudades donde era tanto el público que acudía que había un trabajador del corral con funciones de "apretador", es decir, de obligar a la gente a apretujarse para que cupieran más. Los corrales eran muchos de madera y por esa razón se dieron varios casos de incendios, tema que aprovechó la Iglesia, siempre enemiga de la alegría de vivir, para prohibir las representaciones.
Desgraciadamente casi todos esos corrales de comedias desaparecieron, aunque nos queda el de Almagro, donde cada año realizan un festival de Teatro de mucho prestigio internacional.
También en la Corte se realizaban obras de teatro y muchos escritores redactaron sus obras expresamente para reyes.
En el teatro griego se utilizaban máscaras y un coro que hacía la función de "opinión del pueblo".
Durante siglos la mujer estuvo proscrita del teatro y eran hombres adolescentes los que hacían los papeles femeninos. Sí, la primera dulce Julieta, fue un efebo.
Shakespeare es el más grande de los dramaturgos ingleses, el equivalente de Calderón en España. Cuyos argumentos nunca envejecen porque sus pasiones son universales y permanentes en el ser humano.
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