La Última Cena, de Leonardo da Vinci
Luna llena
Corderos pascuales
Pascua judía actual, se sigue conservando un cubierto en la mesa para el profeta Elías.
Desde tiempos inmemoriales los pastores nómadas celebraban el equinoccio de primavera con una fiesta especial, era la época en que parían las ovejas y ellos tenían que prepararse para peregrinar al lugar donde encontrarían pastos para pasar el verano. En la noche del primer día de luna llena de la primavera se reunían los pastores en el desierto, sacrificaban un cordero y realizaban un rito mágico para espantar a los malos espíritus que podían hacer enfermar al ganado y para ganarse la voluntad de los espíritus favorables antes de emprender el viaje. Es esta cena festiva comían el cordero con los escasos vegetales que se podían encontrar en el desierto.
En alguna época y cuando ya eran sedentarios, su fiesta debió coincidir con la de los agricultores, que celebraban una cena con los primeros frutos de la cosecha de cereales, haciendo panes sin levadura.
Esta fiesta de la primavera que ya existía antes de que surgiera el pueblo de Israel, se relacionó muy estrechamente con la prueba de fe del pueblo hebreo en Egipto cuando fueron liberados de su esclavitud (Éxodo) y ya no volvió a recordarse como fiesta del ganado ni de las cosechas, sino como conmemoración del éxodo.
La fiesta duraba siete días de acuerdo con la tradición de los ázimos,(Ex 12,14-40) comenzaba con la cena pascual y se marcaba el dintel y los postes de las casas con sangre.
Aparte de la celebración en cada casa, existía la oficial, en el Templo de Jerusalen, donde la sangre del cordero, recogida en una vasija pasaba de mano en mano hasta llegar al altar y era la parte que correspondía a Dios en la celebración y una cena que consistía en cordero, pan ázimo, las siete hierbas amargas y las cuatro copas de vino, todo en conmemoración de aquél éxodo y para que los niños guardaran en su memoria la historia del pueblo escogido.
La Pascua judía actual comienza en la tarde del Seder. (Seder significa orden)
La cena se llama así porque todo está rigurosamente ordenado por la tradición. Ha sido retirado todo pan fermentado y las vajillas ordinarias y se ha sacado la vajilla que únicamente se utiliza en esta celebración. A lo largo de la cena se beberán las cuatro copas de vino tradicionales y se recordará la historia del Éxodo.
Nuestro Domingo de Resurrección tiene su origen en esa fiesta de la Pascua judía, entre otras razones porque los Evangelios hablan de esa cena, y su fecha es por eso, por su origen en la Pascua judía, siempre variable.
Los judíos, para conmemorar aquella salida de Egipto guiados por Moisés, celebraban el Pesaj (la Pascua) el día 15 del mes de Nisán, que era el primer mes del año para ellos, coincidiendo con el equinoccio de primavera como hemos visto.
Utilizaban en su calendario meses de 29 o 30 días, correspondientes a un ciclo completo de la luna, que es de 29 días y medio. Nisán comenzaba con la luna nueva y el 15 coincidía con la luna llena. La fiesta comenzaba la víspera, el 14 de Nisán al atardecer, porque según la tradición judía a esa hora se iniciaba ya el día siguiente, y se realizaba el sacrificio ritual del cordero que se asaba y se comía con panes ázimos, como hemos comentado anteriormente.
Según el Evangelio de San Juan, la muerte de Cristo tuvo lugar el día de la preparación de la Pascua judía, que ese año coincidió con un sábado. Murió, según eso, un viernes, 14 de Nisán, cuando los judíos realizaban la matanza de los corderos pascuales (nótese el simbolismo). De ese modo, según la Iglesia, Jesús se convertiría en el Cordero de la Nueva Alianza, cuya sangre sería derramada para el perdón de los pecados.
Paradójicamente los otros tres evangelistas mencionan que habían celebrado la pascua el día anterior, el jueves 13, siguiendo tal vez el calendario de Qumran, anterior a la cautividad de Babilonia. Por cierto, nunca pudo haber trece cubiertos en aquella mesa, sino catorce porque la tradición ordenaba poner uno para el Profeta Elías, igual que beber la última de las cuatro copas, al final de la cena, en su recuerdo (Otra vez el simbolismo: "haced esto en conmemoración mía")
En el Concilio de Nicea, se decidió unificar criterios y se especificó que la Pascua cristiana se celebraría el domingo siguiente a la primera luna llena después del equinoccio de primavera. (Para no coincidir con la Pascua judía). Como consecuencia de aquella decisión, la Pascua cristiana oscila entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Y este año ha caído en fecha muy temprana.
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