lunes, 24 de marzo de 2008

LA LLAMA OLÍMPICA



Hoy se encenderá la llama olímpica en la Antigua Olimpia, una ciudad de la antigua Grecia, situada al pie del monte Cronio, donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos ( 776 antes de N.E.). Esta llama, que una vez encendida recorrerá sin apagarse 1.528 kilómetros por suelo griego antes de ser entregada a los organizadores chinos el 30 de marzo próximo para arder en los Juegos Olímpicos de Pekín, es un recuerdo de aquellos juegos primitivos y se enciende con la luz solar mediante un espejo parabólico. La actriz griega María Nafpliotou ha sido la elegida para encenderla. Esta antorcha recuerda la leyenda griega de Prometeo, que robó el fuego a los dioses para regalárselo a los mortales. En las Olimpiadas griegas primitivas, el fuego permanecía encendido todo el tiempo que duraban en honor de los dioses a quienes fue robado.
Las Olimpiadas de los antiguos griegos eran, sobre todo, una exaltación de los valores humanos, nunca de la fuerza bruta.
Olimpia fue conocida en la antigüedad por su famoso templo, el Hereo, el más grande conocido, que albergaba una estatua gigantesca, de oro y marfil, del dios Zeus, realizada por Fidias, tallada después de la victoria griega sobre los persas en la Segunda Guerra Medica. Esta estatua era una de las Siete Maravillas del Mundo y solamente sabemos de ella por las inscripciones y monedas que nos han llegado pero en cambio las excavaciones han encontrado el taller de Fidias, con herramientas del famoso escultor.
Lo malo es que la llama tiene que ser recibida en Tíbet, para ascender después al Monte Everest, y a pesar de todas las medidas prometidas de seguridad, allí no está ahora mismo la Magdalena para tafetanes.

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