PARECE QUE ALGO FUNCIONA

Ayer hablábamos de las astronómicas comisiones que el hijo y el sobrino de Pilar de Borbón cobraron por la venta del chalecito de don Juan. Bien, como la empresa quebró, parece que al fin alguien con sentido común reclama desde Justicia la devolución de esas comisiones para pagar a los acreedores de la Comisionadora Peninsular de Viviendas (CPV). Se ha presentado demanda contra ambos, hijo y sobrino, y se verán obligados a devolver las cantidades y ponerse junto a los demás acreedores a esperar que se resuelva el tema. La venta del chalet, en cambio, no se deshace porque los administradores de la quiebra han preferido buscar un comprador.