sábado, 15 de noviembre de 2008
EL BORBÓN NON GRATO
El Borbón non grato, interesante libro de José María Zabala, editado por Áltera, Barcelona 2008.
Lo publica con motivo de que el próximo 20 de enero de 2009 se cumplirán veinte años de su muerte, trágica muerte, degollado por un cable de acero mientras esquiaba.
Aquella tarde de invierno de 1989, Alfonso de Borbón salió a esquiar por la tarde por una pista donde unas horas después se iba a disputar una prueba de los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino, era en Vail, Colorado, EEUU.
Un cable de acero tendido a una altura incomprensible le degolló y desnucó mientras esquiaba con Tony Sailer, que dice haberle advertido de la existencia del cable que, a pesar de las advertencias, no vio. Acababa así trágicamente la vida de un hombre triste, marcado por las desgracias.
Curiosamente, como cuenta el libro, 30 días después de los hechos el sheryff de Eagle County calificó el supuesto accidente del duque de Cádiz como homicidio.
Además, la persona que había tendido el cable de acero de 4 milímetros de grosor a 1,75m. de altura, Daniel Conway, desapareció sin dejar rastros. Y la policía destruyó todas las fotos del cuerpo del duque, tomadas en el lugar del accidente y cuando agonizaba sobre la nieve.
La biografía de Alfonso de Borbón escrita por Zabala no sólo nos relata el accidente, extraño accidente en un día tan despejado, sino la historia de la familia.
El primogénito del Rey Alfonso XIII, Alfonso, murió sin hijos en 1938, después de haber sido obligado a renunciar a sus derechos dinásticos por casarse con una persona de sangre no real (vamos, una Letizia). La ley vigente no le obligaba a ello, la Constitución de 1931, como tampoco la Constitución de 1978 obligaba a Felipe, sino la ley interna de la monarquía española, jamás derogada y que tan alegremente se saltaron años después.
El segundogénito, Jaime, padre de Alfonso, fue obligado también a renunciar a sus derechos ese mismo año por ser sordomudo. Alfonso nunca consideró válida esta renuncia por haber sido realizada en un hotel sin notario oficial y sin ser ratificada por las Cortes (no podía serlo porque estaban todos en el exilio y Franco en España).
Sólo mediante estas renuncias pudo Juan, el que soñó haber llegado a Rey, heredar dinásticamente a Alfonso XIII y trasladar esos derechos a su hijo Juan Carlos.
El duque de Cádiz nunca cuestionó abiertamente los derechos de su primo Juan Carlos, pero a su alrededor hubo movimientos extraños, como la misma boda con la nieta de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, en 1972, que tuvo a los entonces Príncipes de España bastante escamados por si cambiaba el viento del Dictador y, dando marcha atrás, nombraba heredero a Alfonso.
Además, Alfonso poseía los derechos dinásticos de la Casa de Borbón en Francia (que es como no tener nada porque hay instalada una República, pero a ellos, los herederos, les gusta soñar), derechos que pasarían a su hijo Luis Alfonso a la muerte en accidente de tráfico de su hijo mayor, cuando iba en el coche conducido por el mismo Duque y en el que estuvieron muy graves tantó él como Luis-Alfonso.
Cuando el duque de Cádiz murió estaba a punto de anunciar su compromiso con Constanza de Hansburgo-Lorena (divorciado ya de la nieta de Franco), lo que habría reafirmado su posición en el seno de las familias reales europeas.
También nos relata el libro el divorcio de los padres del duque de Cádiz en 1947, la muerte de su padre, también en trágicas circunstancias, a causa de un botellazo de su segunda esposa, que narra con detalles escalofriantes.
En resumen, un libro que cuenta muchos entresijos de la familia y que es interesante leer.
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2 comentarios:
Me parece un libro muy interesante, a mi me gustan las biografías cuando son personas peculiares, interesantes, enigmáticas, y este borbón, el pobre, tenía el angel de la guarda más vago del mundo, porque todo fueron contratiempos y desgracias.
Me interesa, gracias por señalarlo , besos ishtar
Gracias a ti, Pica, por leerme. Un abrazo.
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