PÁNICO EN EL PUEBLO

Los mismos que les votaron acogen ahora con pánico la remodelación del gobierno. Ver a Chaves, que logró en su época de Ministro de Trabajo con Felipe González la tasa más alta de paro que se recuerda, como Ministro de Cooperación Territorial ha encendido la alerta roja en la mente de todos los trabajadores. Pero tranquilicénse todos que esta vez no va a dirigir la política de empleo. Ha sido necesario crear un Ministerio de Cooperación Territorial porque aquí ningún territorio, es decir Autonomía, coopera con otro, faltaría más, cada cual va a lo suyo y tonto el último. Naturalmente poner al frente de este Ministerio recién horneado a un viejo militante que ha fracasado en todos los cargos anteriores da idea de lo que le importa el asunto a Rodríguez ( bueno, hay que reconocer que lo que sí deja es muy bien colocada a toda la familia en Andalucía, hermanos, hermanas, cuñados y cuñadas). Aquí se ordena, se hace y se piensa en perfecta correspondencia verbal: mucho, poco y nada. Lo mejor de todo, que vamos a asistir a una verdadera lucha a degüello entre las tres vicepresidencias, la del moro, la de la mona y la de la inapetente. Se hacen apuestas.

Respecto de los Ministerios de Educación y Cultura no habiendo ni una cosa ni otra, sólo han servido los nombramientos para pagar viejos favores a costa del dinero de todos los ciudadanos. Ya han bautizado a González Sinde como "Sin descargas" en todos los foros, o sea que se ha acogido su nombramiento con bastante pitorreo.

De Trinidad Jimenez, que perdió por goleada frente a Gallardón, mejor no decir nada porque además llama machista a cuantos la critican, o sea que encima no sabe encajar una crítica.

Y mientras Rodríguez se distrae entre sus viajes y sus crisis, en España se siguen perdiendo cada vez mayor cantidad de empleos diarios, desaparecen empresas a cada hora y si desde el Poder no se enfrentan de una vez al problema de fondo, la economía española será insostenible a medio plazo pero aquí, como en el Titanic, la orquesta sigue tocando mientras el barco se hunde.