EL PODER DE LA BELLEZA

Creemos en el poder de la belleza, creemos poder descubrirla y disfrutarla en cualquier ocasión. Pero un redactor del Washington Post, Gene Weingarten, ha querido asegurarse de esto y para ello ideó un experimento, avalado por la publicación a la que pertenece, que ha consistido en observar la reacción de la gente cuando la belleza les llega de forma totalmente inesperada, por ejemplo, a las 7'51h de la mañana, camino del trabajo, a punto de coger el metro, cuando oye música clásica tocada por un virtuoso. Hablaron con Joshua Bell, en su día niño prodigio y hoy, a los cuarenta años, uno de los mejores violinistas del mundo, que aceptó actuar de incógnito, como un músico pedigüeño en el metro estadounidense.
Así que el pasado doce de enero, a la hora prevista, Bell comenzó a tocar su Stradivarius en la estación de L' Enfant Plaza, en Washington (este violín está valorado en 3'5 millones de dólares), ante las 1.907 personas que en ese momento pasaban cerca de él. ¿La belleza lograría atraer la atención de la gente a pesar de que corrían hacia sus trabajos?. En los 43´que Bell estuvo tocando, solamente recaudó 32 dólares, una tercera parte de lo que costaría una sola entrada a uno de sus conciertos. Así que 32 personas echaron un dólar al pasar pero solamente 7 personas se detuvieron un momento a oirle y disfrutar de la belleza. Y solamente una mujer le reconoció, porque había acudido a uno de sus conciertos.
La conclusión a la que llegó el periodista es que la belleza está en el ojo que mira o el oido que escucha y cuando acuden a un concierto, pagando grandes cantidades de dinero por una butaca, van predispuestos a escuchar. ¿pero quién, en este mundo de prisas y ajetreos se parará a escuchar al ruiseñor en su rama? Habría que hacer un nuevo estudio para saber si la gente solamente valora aquello que le cuesta dinero y lo que es gratis, como por ejemplo una sonrisa, no se valora.