martes, 25 de septiembre de 2007

EL NO LO SABE

Hoy cumple 75 años, pero él no lo sabe. Nacido en Cebreros (Avila) el 25 de septiembre de 1932, Adolfo Suárez fué el primer presidente de la democracia española, pero él no lo sabe.
Fué un joven ambicioso que se apegó políticamente a un hombre de la Obra, Herrero Tejedor y llegó a ser Gobernador Civil de Segovia en el período de 1969 a 1973, Director General de RTV, también desde 1969 a 1973, Ministro- Secretario General del Movimiento con Arias Salgado, de 1975 a 1976, pero él no lo sabe.
Pocas veces a lo largo de la Historia, un personaje recibe en vida el reconocimiento a su labor, él fué Premio Príncipe de Asturias a la Concordia y hoy todos reconocen su gran labor, pero él no lo sabe.
Gobernó once meses hasta la celebración de las primeras elecciones democráticas porque el Rey se lo encomendó y fueron meses muy duros, dedicados a luchar contra el bunker franquista, Eta, Grapo y la extrema derecha violenta. Su obsesión, su gran tarea y su mejor obra en aquellos meses fué la Ley para la Reforma Política, la legalización de partidos y sindicatos, la amnistía para presos políticos y el regreso del exílio de los principales líderes del PCE, como Carrillo o la Pasionaria, que eran algo así como el coco en tiempos de Franco. Se reunió con González (PSOE), Pujol (CDC) y Carrillo (PCE) y de 1979 a 1981, fué el primer Presidente de la recién nacida Democracia española, pero él no lo sabe.
Los problemas internos de su partido y las broncas entre unos y otros, más los rumores de "ruidos de sables", le hicieron dimitir el 29 de enero de 1981. Y como presidente en funciones, le pilló y fué pieza clave en el 23F. No se puede olvidar esa imagen, lanzándose a defender al general Gutierrez Mellado que estaba siendo zarandeado por los guardias civiles del tejerazo, en el Congreso, arriesgándose a recibir un tiro por su gallardía, mientras todos los diputados, los llamados Padres de la Patria, se encogían asustados en el suelo a la orden de Tejero de "¡todos al suelo!, menos Carrillo, que tampoco se avino a doblegarse de ese modo ante los golpistas, fué un gesto de gran valor, que le honra, pero él no lo sabe.
En el año 91, cansado de deslealtades y problemas, Suárez se retiró de la política. Después, llegaría aún su atroz tragedia personal, el cáncer y la muerte de su mujer, Amparo Illana, a la que tan unido estuvo siempre, pero él no lo sabe. El cáncer y muerte de su hija mayor, Mariam, que luchó valientemente para superarlo pero no pudo, pero él no lo sabe. Ni siquiera a llegado a saber que su otra hija, ha superado por suerte la batalla y ha logrado vencer al cáncer.
Ahora, detrás del proceso degenerativo mental que le vence pero al mismo tiempo le protege del dolor y la tristeza, aquél que llegó a serlo todo en España ni sabe quién fué ni lo que tuvo y al amparo de esa ignorancia se publican libros que ponen en su boca comentarios que su hijo Adolfo niega. Yo no se quién tiene razón, si el hijo de Suárez o Luis Herrero, hijo de Herrero Tejedor, sé que intimidad familiar si que tuvieron las dos familias pues muchas veces iba Amparo Illana a misa con la mujer de Herrero Tejedor, pero sobre lo que dice Luis Herrero en su libro, y yo sí me lo he leido y no hablo de oidas como tantos que solamente han leido comentarios de periódicos o críticas, opino en primer lugar que no aclara grandes cosas que no fueran ya más que sabidas y en segundo lugar que es poco ético poner en boca de quien no puede rebatirnos cosas que quizás él, que siempre fué un señor, de ser verdad, seguramente hubiera preferido callar. Ahora, el libro lleva ya vendidos 45.000 ejemplares y se venderán, al rebufo del aniversario de Suarez, muchos miles más, pero él no lo sabe.
Hoy, Suarez es un anciano de cabello blanco, amable y sonriente, que hace ejercicio y está físicamente bien pero él....no lo sabe.
Pero nosotros, sí sabemos lo que fué y lo que España le debe.

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