jueves, 13 de septiembre de 2007

INTRIGA Y MISTERIO

Hablábamos el pasado día 10/9, en estas mismas páginas, de lo que a menudo la belleza esconde, pero cada día van surgiendo más detalles que hacen más terrible esa belleza.
Por ejemplo, la contraventana de la habitación de los niños forzada desde dentro, en un intento de confundir, y no desde fuera, como hubiera sucedido de haber entrado un extraño.
Esos empleados del restaurante que afirman que no es cierto que fueran a controlar a los niños cada media hora y que son los que confirman que bebieron entre los nueve, ocho botellas de vino blanco y 6 de vino tinto.
Esa vecina que días antes había llamado a la policía porque la niña, que posteriormente desapareció, lloraba desconsoladamente llamando a sus padres, que de nuevo habían dejado a los niños solos.
Lo curioso de que el día de autos, la hermosa pareja llamara primero a la prensa, después pidiera en la recepción del hotel el teléfono del cura del pueblo y solamente en último lugar, avisara a la policía.
Las declaraciones de esa amable ciudadana noruega que dijo a la policía que creía haber visto a la niña en una gasolinera de Marrakesh, junto a un hombre de aspecto árabe, olvidándose de añadir que su marido y el padre de la niña se habían criado juntos en Leicestershire.
Ahora sabemos que el padre, cardiólogo de fama, aspiraba a un puesto en el Ministerio de Sanidad británico, aspiraciones que se verían truncadas si resultaba culpable de un delito. ¿Razón suficiente para ocultarlo?
Aparece un diario personal de la madre en el que queda claro que las relaciones personales de las parejas de amigos entre sí, iban más allá de una simple amistad, páginas donde se lamenta de tener que soportar "sola" la carga de los hijos, calificando a los mellizos de histéricos y a la niña de cuatro años de hiperactiva, que la agotaba y le creaba problemas domésticos.
Cuando la niña desapareció, estaba en obras la parte trasera de la iglesia del pueblo, que linda con el mar y de la que los padres habían pedido al párroco una llave después del suceso; había allí zanjas de cuarenta centímetros y otras de más de metro y medio, se estaba pavimentando de nuevo. Ahora la policía sospecha si no yace allí, de cara al mar, o estuvo en algún momento durante las pesquisas, el cuerpo de la niña.
Hay un gato rosa, de fieltro, que fué de la niña y que ahora la madre no suelta en ningún momento, la policía desea analizarlo. Parecería que la madre se aferra al ligero aroma de su hija que el muñeco pueda conservar, lo parecería, digo, si no supiéramos que al día siguiente de la desaparición el muñeco fué lavado a fondo.
Algunas fuentes comentan que con el dinero recaudado en la web que fué creada con motivo de la desaparición de la menor, ha sido cancelada la hipoteca de la casa que habían comprado hacía un año en Inglaterra y han comprado una villa en el Algarve.
Ha sido cancelado el estreno de una película en el Reino Unido, previsto para el 28 de diciembre porque el film "Gone baby gone", trata un tema muy similar a este intrigante suceso real y se temía herir sensibilidades. Además la niña protagonista es muy parecida de aspecto físico a la que ha sensibilizado a medio mundo con su desaparición. La película está basada en una novela de Dennis Lehne de 1998.
Quizás la belleza escogió expresamente ese pequeño pueblo para esconder allí su intriga y su misterio, respaldados por sus apariencias respetables.


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